Filártiga, quien se desempeñó como decano de Ciencias Médicas de la UNA durante el Gobierno de Federico Franco, despotricó contra varios médicos y lamentó que antes no podía hacerlo “porque estos sinvergüenzas eran capaces de fraguar cualquier papel para implicarme en algún ilícito”, explicó en Radio Monumental AM.
Comentó que, sin embargo, las represalias igual se realizaron en contra de dos de sus estudiantes, que fueron expulsados.
Denunció que el decano que le sucedió, Aníbal Peris, era un títere de Jaime Ibarrola, a quien junto a su hermano Emiliano se los acusa de crear una red de médicos y personal administrativo incondicionales, a los que premiaban con cargos traducidos en casi G. 600 millones mensuales.
“Todo lo que hacían era construir, porque ahí está la coima... Esos tendrían que ir todos a la cárcel, son delincuentes, lamentablemente en este país la impunidad es terrible”, expresó al respecto el director de Emergencias Médicas.

Agregó que se trata de un grupo poderoso y peligroso que podría estar moviendo piezas y amenazando para salir limpios de la intervención que se realiza en la Facultad de Ciencias Médicas.
Mientras los estudiantes hacían colecta para comprar insumos para el hospital escuela, la construcción de una posada relax para médicos se encontraba en su etapa final. Para la obra, que se encuentra en medio de las salas de internación, se destinaron G. 1.205 millones.
Esta construcción fue autorizada por la claque que imperaba en la Facultad de Medicina, bajo el mando del decano Aníbal Peris; el director de Clínicas, Hugo Arellano; el jefe de Planificación, Nicolás Lezcano, y los líderes de la red, los hermanos Jaime y Emiliano Ibarrola.