El código de fronteras Schengen, reformado en 2013, prevé que se puedan reintroducir controles en el caso de eventos de gran magnitud previstos con anterioridad que requieran mayores medidas de seguridad, o bien en situaciones imprevistas de emergencia en las que sean necesarios y proporcionales.
En esa segunda categoría se inscribiría la argumentación dada por Alemania a la CE para implantar de nuevo controles Schengen.
Según las fuentes, la Comisión habría considerado proporcionado que Berlín reintrodujera controles por la masiva afluencia de refugiados al país, “que algunas jornadas llegan hasta las 40.000 entradas”. Igualmente, negaron temer que se produzca un “efecto contagio” de autoridades nacionales que quieran volver a establecer controles, precisamente porque “la presión migratoria no es ‘per se’ razón para aplicar la medida”.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, avaló la reintroducción de las fronteras de Alemania con otros Estados. efe