El doctor Guillermo Sequera habló sobre la boda de Sol Cartes y Patrick Bendlin, que presuntamente contó con alrededor de 150 invitados, pese a que el protocolo del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (Mspybs) solo establece un mínimo de 20 personas para celebraciones religiosas y no autoriza los encuentros sociales.
Ante esto, Salud le pasó la pelota al Ministerio Público y estos a su vez volvieron a culpar a la cartera sanitaria, ya que se habló de un supuesto protocolo especial.
Lea más: Fiscala arremete contra Mazzoleni por boda de Sol Cartes y sugiere que “se lavó las manos”
Sequera manifestó que “vivimos en un país que permite que el poder económico pueda hacer lo que quiera cuando sí tiene la capacidad de comprar”, haciendo referencia a que el ex presidente organizó la boda con la capacidad para testear a todos los invitados y asegurarse de que no tenían coronavirus (Covid-19).
“Las personas que tiene la capacidad de irse cuando se enferman al centro Libanés nunca les va a interesar nuestro sistema de salud”, remarcó Sequera a Radio 1.000.
También refirió que la cuarentena total logra parar la circulación del virus, pero tiene un costo económico, político y social, por lo que es una carta que se debe usar en un momento más delicado, pero no es algo que se deba aplicara a cada rato, porque genera muchos problemas.
Entérese más: Boda de Sol Cartes se realiza en medio de escraches y críticas
Detalló que la mitad de los contagios ocurren en los contactos sociales, por lo que sostiene que se deben reducir, aunque no prohibir.
Finalmente, señaló que hasta ahora el nivel de mortalidad se está comportando, pero está en crecimiento y puede cambiar lo que se creía que no iba a generar más muertes que las registradas el año pasado por problemas respiratorios.
Le puede interesar: Sol Cartes realizará su boda con protocolo especial y tests privados de Covid-19
La ceremonia religiosa se realizó el sábado pasado en la Catedral Metropolitana de Asunción, en medio de escraches, mientras que la fiesta se realizó en la ciudad de Altos, con alrededor de 150 invitados, según denuncias.