En esa fecha está convocada una Asamblea General extraordinaria del Organismo, en su sede en Washington, para elegir secretario general y secretario general adjunto. Compiten por el cargo, además de Almagro, secretario general saliente que busca su reelección, el embajador de Perú en Estados Unidos, Hugo de Zela; y la ex canciller de Ecuador María Fernanda Espinosa, quien busca convertirse en la primera mujer en presidir el organismo que integran 34 naciones.
Almagro y Espinosa no fueron propuestos por sus respectivos países, aunque el primero cuenta con el apoyo de Estados Unidos, Brasil, Colombia y Costa Rica, y ahora, Paraguay. La segunda, fue avalada por Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas.
Quien reúna 18 de los 34 votos se consagrará secretario o secretaria general para los próximos 5 años.
Cuando Almagro fue canciller del Uruguay, durante el gobierno del presidente José Pepe Mujica, había adoptado una postura unilateral en la región a favor de la suspensión del Paraguay en el Mercosur, como reacción contra el juicio político que le costó el cargo al presidente Fernando Lugo en el 2012, y fue también quien defendió el ingreso de Venezuela al bloque sudamericano.
Cuando se agudizó la crisis política y humanitaria en Venezuela, condenó duramente la situación en la República Bolivariana desde la OEA, pero es criticado justamente por no haber hallado las vías de diálogo. Almagro estuvo en noviembre pasado en Paraguay, ocasión en que se entrevistó con el presidente Mario Abdo Benítez, con el canciller, Antonio Rivas Palacios y tomó contacto con el sector empresarial del país.
La candidata ecuatoriana María Fernanda Espinosa, en una entrevista con Última Hora (24 de febrero) había cuestionado que la OEA no haya puesto en agenda los problemas del Paraguay y que los jóvenes paraguayos no hayan tenido oportunidad de ser beneficiados con becas, entre otras cosas. “Para un país como Paraguay, que es un país sin litoral, muy vulnerable al cambio climático, la agenda sobre este fenómeno está prácticamente ausente de la OEA”, expresó entonces.
Para ella un secretario general tiene que ser ese puente de diálogo, favorecer la construcción de acuerdos y empujar y liderar a los países para que se encuentren en los puntos donde coinciden, y en los puntos donde hay diferencias, el secretario general tiene que ser un gran mediador y tiene que ser un líder que ejecute las decisiones de los Estados.