“El capitán Gholamreza Ghasemi no es un homónimo. Se trata de una persona vinculada a Al Quds”, dijo Aquino a la AFP, en referencia a la fuerza de élite de los Guardianes de la Revolución de Irán, clasificada como organización terrorista por Estados Unidos.
“Cuando tuvimos esa confirmación alertamos a nuestros pares de la región y otras partes del mundo”, resaltó el funcionario, quien remarcó que el aviso “se dio en tiempo oportuno”.
Su declaración contradice a las del ministro argentino de Seguridad, Aníbal Fernández, quien el martes dijo que solo había ocurrido una coincidencia de nombres.
“Tiene la condición de homónimo, no otra cosa”, aseveró Fernández al reportar una comprobación de identidad realizada por la Policía Federal.
Un Boeing 747 de carga se encuentra retenido en Buenos Aires desde hace una semana bajo una investigación judicial, al igual que su tripulación integrada por 14 venezolanos y cinco iraníes.
La Justicia prohibió la salida del país de los 19 tripulantes.
El aparato, que estuvo en Paraguay en mayo, pertenece a la empresa Emtrasur, una filial de la venezolana Conviasa, bajo sanciones del Tesoro de Estados Unidos. Fue comprado hace un año a la aerolínea iraní Mahan Air.
Aquino sostuvo que “la alerta fue sobre la aeronave y la tripulación. Prueba de que llegó la alerta es que se intervino. Hubo una buena alerta en tiempo oportuno”, reiteró, al reconocer “la rápida reacción del gobierno argentino, lo mismo que el uruguayo”.
El avión llegó a Argentina el 6 de junio procedente de México con un cargamento de autopartes. Sin haber podido abastecerse de gasolina en Buenos Aires, intentó viajar a Uruguay el 8 de junio, pero las autoridades uruguayas le negaron el ingreso.
El ministro uruguayo del Interior, Luis Alberto Heber, declaró el jueves que su país recibió un aviso “formal de la Inteligencia paraguaya”.
“Actuamos rápidamente con el ministro de Defensa y pudimos evitar que el avión entrara en el espacio aéreo uruguayo”, añadió Heber.