EFE
La visita de la canciller peruana, Eda Rivas, y de una delegación de parlamentarios mexicanos sirvió para recalcar el interés de Paraguay de mirar más allá del Mercosur, aunque sin considerar abandonarlo, pues es un mercado muy importante y la vía de salida para sus productos.
Lo que Paraguay quiere es lo mejor de los dos bloques: la proyección pacífica hacia Asia de los países costeros y un Mercosur que sea verdaderamente una unión sin trabas a los intercambios y que negocie seriamente un acuerdo comercial con la Unión Europea, el mayor comprador de bienes paraguayos.
La Alianza reúne a Colombia, Perú, Chile y México en torno a la promoción del libre comercio, denostada por los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), encabezada por Venezuela, que integra también el Mercosur.
Los dos modelos conviven en el seno de ese grupo, donde Paraguay y Uruguay, los países pequeños, abogan por la apertura comercial, mientras que Argentina y Brasil mantienen posturas más proteccionistas para beneficiar a productores nacionales.
Como hiciera durante la visita a Asunción en marzo de la canciller colombiana, María Angela Holguín, el Gobierno de Paraguay aprovechó la llegada de Rivas, la primera a Asunción de un ministro de exteriores peruano en seis años, para manifestar su interés en la Alianza.
En una comparecencia conjunta, el máximo diplomático paraguayo, Eladio Loizaga, resaltó el deseo de su Gobierno de mantener una política bilateral “activa” y un acercamiento en especial con los países del Pacífico.
Paraguay es país observador en la Alianza y Loizaga ha expresado el deseo de que se convierta en miembro pleno, para lo cual tiene que concluir antes un acuerdo de libre comercio con México, el único país del grupo con el que no lo tiene.
El Mercosur obliga a que las negociaciones de comercio se realicen entre bloques y no por parte de un país por separado, lo que impediría la entrada de Paraguay en solitario a la Alianza del Pacífico.
No obstante, el Gobierno paraguayo reclama desde hace años la revisión de esa norma, según Loizaga, quien ha indicado que Uruguay comparte esa postura.
Por su lado, la delegación de cinco legisladores mexicanos, encabezados por el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Eloy Cantú, comunicó el jueves en Asunción su apoyo a la firma del pacto con Paraguay.
“Venimos a establecer un compromiso de que conversaremos con el Secretario de Economía de México para que trabajemos, en la brevedad posible, sobre este acuerdo”, dijo Cantú tras entrevistarse con los líderes del Congreso paraguayo.
El presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, José María Ibáñez, del Partido Colorado, al que pertenece el presidente Horacio Cartes, respaldó el acercamiento a la Alianza después de la visita de los mexicanos.
A su juicio, permitirá a Paraguay tener “alternativas” en sus relaciones internacionales “para no depender única y exclusivamente del ámbito del Mercosur o de las relaciones bilaterales con Brasil y Argentina”.
La economía paraguaya, que se basa en la exportación de productos agropecuarios, como la soja, carne y maíz, es la más abierta de América Latina al comercio exterior, según el Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep).
Su grado de apertura, que suma las exportaciones e importaciones con relación al producto interno bruto (PIB), alcanzó en 2013 un 88%, frente al 55% de los países de la Alianza del Pacífico y el 25% de media del Mercosur.
El país saca su cosecha mayoritariamente por vías fluviales hacia el Atlántico por los puertos en Argentina y Uruguay, por la escasez de conexiones al Pacífico.
Enviar un contenedor de Asunción a un puerto de Chile vale más que la travesía interoceánica hasta Asia, según expertos en logística.
Loizaga y Rivas abordaron en su reunión cómo mejorar el transporte entre Paraguay y Perú para aumentar el comercio, pero no ofrecieron propuestas nuevas.
Ese es un factor que, tanto si Paraguay es miembro pleno de la Alianza del Pacífico como si no, seguirá siendo determinante en su orientación económica.
César Muñoz Acebes