Berlín. Alemania.
La pandemia de Covid-19 lleva al mundo entero a encerrarse para contener al virus y obliga a detener también el ritmo de los negocios. Este escenario puede constituir un espacio para analizar las fortalezas en cuanto a la capacidad de atracción de inversiones y diversificación de la economía, una oportunidad que Paraguay no debería dejar pasar. Orlando Baquero, gerente general de la Asociación Empresarial para América Latina de Alemania, compartió estas reflexiones con ÚH y reconoció que nuestro país es considerado un mercado de “riesgo manejable”, pero del que todavía se necesita saber más.
–¿Cómo afecta la actual pandemia de Covid-19 al sector empresarial alrededor del mundo?
–Cambia mucho dependiendo del área de negocio en el que uno esté, en cómo se pueda ver un renacer después de esta crisis. Es natural que las empresas que están en sector de restaurantes, bares tengan un impacto muy directo e inmediato sobre sus negocios, y es un impacto que va a terminar quedando porque cuando se recupere la normalidad, uno no va a ir a comer el doble de veces o tres veces más al restaurante para que se recuperen, ellos lo sienten mucho más. Las empresas que venden productos que son inversiones –maquinaria grande, cosas que son por un proyecto– simplemente lo están viendo aplazado; ellos pueden tener problemas de liquidez momentánea, pero hasta ahora no se ha visto que grandes proyectos que estaban planeados con anterioridad vayan a ser cancelados necesariamente por esto, entonces simplemente es una problemática de liquidez en el momento, pero muy seguramente sus ventas van a venir más adelante. Viendo nuestra región desde el punto de vista de empresarios alemanes, nos lleva a que si América Latina ya no estaba top of mind, no estaba primero en el pensamiento de todos los empresarios, ahora pasa un poco más atrás aun, ya que tienen que estar concentrados en su recuperación propia de sus matrices, de sus mercados claves, y después pensarán en América Latina.
–¿Qué actitud se debe adoptar para aprovechar las oportunidades que puedan presentarse en el periodo pospandemia?
–Hemos notado que debido a que las personas tienen un poco más de tiempo, han venido más preguntas sobre proyectos que habían estado tal vez guardados en una gaveta, y ahora con el tiempo vuelven a pensar en ellos, esto podría ser una oportunidad. Hemos visto que la interrupción de las cadenas logísticas es un tema grave, serio, de lo que somos conscientes ahora y que también podría ser interesante para América Latina. Posicionarse como un punto adicional ya sea de producción, de distribución o de compra de insumos y materiales, donde hasta ahora no había sido contemplado. Quien actúa anticíclicamente en los negocios, generalmente obtiene mayores beneficios.
–¿Cómo quedan los procesos de integración entre regiones, como el acuerdo que se venía impulsando entre el Mercosur y la Unión Europea?
–En el acuerdo al que se llegó el año pasado se sigue trabajando, pero notamos que en este momento no es ninguna prioridad. Ha habido alguna discrepancia entre los países miembros de la Unión Europea, algunas ligeras discusiones también dentro del mismo Mercosur, y yo creo que hoy en día nadie está pensando mucho en el acuerdo. Alemania tenía en su agenda, para cuando asuma la presidencia de la Unión Europea, tratar de forzar un poco más la velocidad de este acuerdo, pero no sé si va a ser un momento idóneo para hacerlo, habiendo otras preocupaciones. Sin embargo, este acuerdo ayudaría en la idea de diversificar puntos de cadena de suministro, por lo que también podría ser más interesante.
–¿Cómo ven a Paraguay en cuanto al potencial de atracción de inversiones en este nuevo escenario internacional?
–Paraguay tuvo un año complicado (en el 2019) por los precios (de commodities), luego tuvo algunos temas políticos que tampoco ayudan. Ahora llega esta crisis, y los dos vecinos y principales socios económicos (Argentina y Brasil) están con problemas: hay una constelación no muy amigable, tiene problemas internos y además está en una región con problemas económicos. Sin embargo, lo que percibimos es que el empresario mira su producto, su segmento, de una manera muy clara y muy específica, lo que siempre hay que buscar es cristalizar las ventajas competitivas, por qué un empresario quiera invertir ahí, y eso hay que mostrarlo de una mejor manera. Paraguay ha tenido una estabilidad razonable en sus cifras macroeconómicas en los últimos años, se ha visto que ciertos negocios donde hay ventajas competitivas han crecido en gran manera, pero le falta diversificar mucho en su portafolio de generación de recursos.
–¿En qué áreas tiene Paraguay el potencial de diversificar su estructura económica y productiva?
–El sector de servicios es un sector interesante, se puede tomar un ejemplo de Uruguay, que tiene costos laborales altos y, sin embargo, en tema de servicios lo está haciendo bien; los costos laborales, según tengo entendido, son más bajos (en Paraguay) que en Uruguay. Creo que hay posibilidades de ofrecer servicios, call centers, oficinas corporativas, en temas logísticos, financieros. Hay diversidad de sitios donde uno puede actuar, muchas veces pensamos que diversificar es que tengamos una empresa que construya automóviles, pero no todos somos igual de buenos en eso y no tenemos que buscar todos lo mismo, porque pues competimos otra vez todos en todo. Lo ideal es mirar: la industria de la soya es muy fuerte, diversificar ahí: producir no solo soya sino productos más elaborados, hay que poner un marco tanto legal como de negocios, para atraer a los inversionistas en lo que uno pueda hacer bien. Esta crisis del corona también nos está mostrando que no tenemos que estar sentados en una oficina para trabajar: podemos ofrecer muchas cosas por medio de la digitalización, que no se ha aprovechado de una manera fuerte. Este trabajo de conocerse a sí mismo, buscar dónde podemos ser, hay que hacerlo; los empresarios se guían por eso ¿Dónde voy a invertir? ¿Dónde tengo mayor rentabilidad, con un riesgo que pueda manejar?
–¿Qué mensajes están emitiendo los gobiernos de Latinoamérica con la respuesta a la emergencia por Covid-19?
La actitud de los jefes de Estado no ha sorprendido, era más o menos lo que uno se esperaba, acorde a lo que venían haciendo antes. No creo que algunas de estas actitudes políticas influyan mucho en decisiones futuras sobre inversiones; ahora, las repercusiones que lleguen a salir de la crisis como consecuencia de cada una de las medidas que están tomando pueden que sean diferentes, y eso sí puede llevar a que se demoren más en salir de la crisis o que la crisis sea más profunda.
ORLANDO BAQUERO, de la Asociación Empresarial para América Latina de Alemania