21 dic. 2024

“Paraguay es un secreto celosamente guardado”

Viceministro.  Didier Olmedo tiene el rango de ministro en el  escalafón diplomático y consular. Su carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores comenzó en 1983.

Viceministro. Didier Olmedo tiene el rango de ministro en el escalafón diplomático y consular. Su carrera en el Ministerio de Relaciones Exteriores comenzó en 1983.

Foto: Daniel Duarte.

soviedo@uhora.com.py

“Hay muchos desafíos que tenemos que enfrentar cuando no nos conocen y queremos entrar a jugar en las grandes Ligas”, dice el diplomático Didier Olmedo, viceministro de Relaciones Económicas e Integración del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE), asumiendo el desconocimiento que existe sobre el Paraguay en el exterior. Olmedo es quien se sienta a negociar en representación del país en diversas mesas del ámbito internacional cuando de asuntos de carácter económico, comercial y de integración se trata. En esta entrevista explica el alcance de la “diplomacia económica para el desarrollo sostenible”, sello que imprime la actual administración del MRE a la política exterior.

–¿Qué hay que entender por diplomacia económica para el desarrollo sostenible?

–Es poner como objetivo principal de la labor diplomática el desarrollo de temas vinculados con actividades económicas, comerciales, integración física y cooperación.

Hay que entender que los temas políticos tienen una dimensión económica y viceversa. Lo que se busca es sentar las bases para inversiones, para integración productiva y para el impulso de otras acciones que hacen a la actividad productiva como desarrollo de infraestructuras, definición de normas a nivel bilateral, creación de instrumentos y mecanismos a nivel regional.

Hoy todas las acciones tendientes al desarrollo económico deben buscar un equilibrio con el respeto a las normas del medioambiente.

–¿Qué impactos y logros se podrían inscribir como resultado de este énfasis en la diplomacia paraguaya?

–Hemos crecido en destinos de exportación. Hoy entre nuestros principales destinos figuran Bangladesh, Turquía, Polonia, Vietnam, al otro lado del mundo, sin tener con este país acuerdo comercial alguno. Tenemos cerca de 70 mercados abiertos para la carne.

En la evolución de las inversiones, hasta hace poco el 50% de las inversiones estaban en manos de los Estados Unidos y luego, de Brasil. Hoy, Chile, pasó del puesto 13 al puesto 5; y España, del puesto 7 al 2. Productos como el azúcar orgánico paraguayo ha penetrado a los mercados internacionales, así como la chía o el sésamo, que son muy demandados. El trigo de zafriña de Paraguay, que se produce entre cosecha y cosecha de soja, coloca al país entre los principales proveedores de Brasil, así como el arroz.

Citaría la integración productiva, la cantidad de empresas brasileñas en el país, y cómo se da el encadenamiento productivo. Además, cómo Paraguay es útil para la competitividad de los productos brasileños. Sigo con la cantidad de inversiones en materia inmobiliaria de capitales chileno y argentino e inversiones uruguayas en emprendimientos agropecuarios.

–Muchos de esos logros se conquistaron antes...

–Ciertamente el trabajo empezó antes, la diplomacia económica es un quehacer de la Cancillería que ahora se trata de potenciar. Nosotros, de hecho, hemos estado trabajando permanentemente en la apertura de nuevos mercados, en la atracción de inversiones, en la conquista de trato especial y diferenciado de reglas, de acuerdo a nuestra condición de país de menor desarrollo económico relativo, carente de litoral, y agrícola. Siempre hemos estado detrás de estos objetivos que perseguimos a distintos niveles.

A nivel de recintos multilaterales, ha sido buscar principios y normas que atiendan nuestras necesidades específicas. En ese sentido, hemos tenido un protagonismo en el ámbito de Naciones Unidas, de la OMC, liderando el trabajo de países en desarrollo sin litoral. Parte de ese trabajo se concretizó en el acuerdo de Facilitación del Comercio (Acuerdo de Bali) de la OMC, donde incorporamos temas de nuestro interés para lo que significan cruces fronterizos, tránsito por terceros territorios, facilitación de las tareas de trasbordo.

En el ámbito de la Aladi se nos reconoce la doble asimetría: carencia de litoral marítimo y economía de menor desarrollo relativo en la región, que nos permite tener algún tipo de consideraciones en las distintas actividades económico-comerciales. En el ámbito del Mercosur tenemos un trato diferenciado por las asimetrías, conseguimos listas de excepciones, regímenes especiales, trato preferencial en las negociaciones externas y en Focem.

–¿Cónsules y embajadores están preparados para trabajar con ese enfoque?

–Sí, y para apoyarlos estamos trabajando en el diseño de una herramienta informática que se denominará Paraguay Trade Map, que permitirá acceder desde cualquier dispositivo a datos sobre comercio e inversiones con el país. Esto está en construcción, nuestra Dirección de Comercio Exterior está trabajando en eso. Lo tienen todos los países. Incluirá las normas que se tienen para fomentar la atracción de inversiones, los acuerdos comerciales, la lista de accesos a mercados. Contar con esta plataforma es una necesidad impostergable.

También estamos trabajando con el Centro de Comercio Internacional (CCI) al amparo de un acuerdo firmado a inicio del año pasado para desarrollar una página de Paraguay en el ámbito de las herramientas del CCI que permitan ver la oferta exportable, los principales productos de importación. Es decir, una identificación de las características del país, de tal forma que, nuestras embajadas y consulados puedan ofrecer en un lenguaje común un conjunto de instrumentos al alcance de sus tareas de difusión de promoción de comercio, de atractivos para inversiones, etc.

–¿Cuándo estarían listos estos nuevos recursos?

–Apuntamos al primer trimestre de este año. Estamos haciendo el esfuerzo para ello. Estamos en la fase de las puntualizaciones de acuerdo a ciertos destinos diplomáticos. Hay que adaptar el contenido a las características de cada socio comercial, de cada país.

–¿Cuáles son los pilares que sustentan las acciones de las misiones diplomáticas paraguayas en el exterior, de acuerdo con la línea marcada desde julio?

–Ejercer protagonismo en las negociaciones multilaterales, regionales y bilaterales, porque en ellas se adoptan las reglas. Utilizar las herramientas de facilitación del comercio, por nuestra condición de país sin litoral, y porque eso nos ayuda a sortear las dificultades del enclaustramiento geográfico, sobrecostos por distancia y tiempo.

Tenemos que diversificar nuestros destinos de comercio exterior, buscar nuestros horizontes de relacionamiento comercial. Esta es una directriz. También asegurar a nivel regional y bilateral, un precepto que está en nuestra Constitución y que dice que en materia de política exterior, que es asegurar la navegabilidad y el libre tránsito de los ríos internacionales. Como somos país sin litoral, es clave, además, fomentar proyectos de infraestructura física, la conectividad en la región. Queremos ser un país de conexión, de enlace. Otro punto es la seguridad jurídica para coadyuvar a un clima propicio de negocios.

–¿Es difícil “vender” Paraguay afuera? Lo digo en términos de atraer inversiones.

–No es difícil promocionar Paraguay; solo que es un país no conocido. Es como un secreto celosamente guardado y, normalmente, cuando lo presentamos es una grata sorpresa. Un país donde hay abundancia de recursos naturales, ríos, tierra, sol, agua. Hay espacios disponibles y los costos del metro cuadrado y de la energía hidroeléctrica no son exorbitantes. Tenemos una población joven y posición geográfica equidistante de los grandes centros de producción y consumo. Ciudad del Este está más cerca de São Paulo, casi el doble menos de lo que algunas regiones internas del Brasil. Sin embargo, hay muchos desafíos que tenemos que enfrentar cuando no nos conocen y queremos entrar a jugar en las grandes ligas.

El lunes pasado, por ejemplo, estuvimos en Paris, en una institución antigua, la Casa de América Latina en Francia. Se organizó el Día de Paraguay y fue impresionante constatar el interés de conocer a nuestro país.

–¿Qué le dice un diplomático paraguayo a gente que no conoce nuestro país y a la que se quiere convencer de por qué debería invertir en él?

–Que es un país que presenta muchas oportunidades y hay muchas cosas que desarrollar. Resaltamos que no tenemos terremotos, volcanes, tifones. Que nuestro territorio no tiene accidentes geográficos significativos. Tenemos mano de obra joven, 70% de nuestra población es menor de 30 años. También el costo de la energía, la presión tributaria, y otros elementos que se tienen para producir en Paraguay.

Además, que con el régimen de origen especial preferencial en el Mercosur, se puede dar sello Mercosur a un producto con 40% de contenido regional y 60% que puede venir desde afuera.

Esa es una ventaja comparativa con relación a Argentina y Brasil, que es a la inversa. Paraguay tiene también la ventaja de estar en el centro de dos grandes economías, de dos grandes mercados demandantes, a los que tiene acceso por medio del Mercosur desde un país donde el costo de producción es mucho menor que en los vecinos.

El país también resalta por su estabilidad macroeconómica. Nosotros no necesitamos hablar mucho al respecto como funcionarios del Estado paraguayo, puesto que Cepal dice que Paraguay es el segundo país de Latinoamérica con la mayor tasa de retorno de la inversión. Produciendo en Paraguay, anualmente retorna 22% de la inversión.

Estas son ventajas competitivas, complementarias, que despiertan la atención de los inversionistas.

También tomamos informes como el de la Fundación Getulio Vargas, que por varios años consecutivos, ha mantenido a Paraguay entre el número 1 y 2 en cuanto a mejor clima de negocio de América Latina.

–¿Qué más se resalta del país?

–El crecimiento macroeconómico que se mantuvo sostenido por más de una década, los niveles de inflación que tiene el país, el comportamiento de la moneda nacional con respecto al dólar, que no tiene altibajos tan drásticos, pese a la crisis circundante y pese a que la economía paraguaya es dependiente de las economías vecinas. Otros elementos son las entidades calificadoras de riesgo país Standard & Poor’s, Fitch Ratings, Moody’s que demuestran que el Paraguay mejora cada vez más en ese sentido. Así como hay oportunidades, también hay aspectos que tenemos que mejorar, y que la gente ve en nosotros.

–¿Cuáles, por ejemplo?

–Infraestructuras, servicios públicos y mano de obra calificada. En cuanto a desafíos, tenemos que diversificar nuestra oferta exportable. El 60% de nuestras exportaciones viene del complejo soja, el otro 25% es carne. Nosotros tenemos la necesidad de alguna intervención para que nuestra matriz productiva sea diversificada, e incorporar valor agregado. Tal vez, algunas etapas del proceso de industrialización vamos a tener que saltar, porque ya tendremos que ponernos a la altura de la 4ª Revolución Industrial, la Tecnología 5G.

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