Esa reivindicación se extendió por todo el país y en Asunción, la capital, tuvo como principal escenario el popular Mercado 4, que entre otros productos ofrece un amplio surtido de poha ñaná, el nombre guaraní que reciben las hierbas medicinales
“El tereré es fundamental para nosotros los paraguayos. Es un símbolo de unión, de intercambio de conocimientos. Es lo primero que le ofrecemos a quien nos visita”, explicó a Efe Javier Torres, presidente de la Comisión de Vendedores del Poha Ñaná.
Torres aseguró que “allá donde vaya un paraguayo, siempre se le va a ver con su termo de cuero y su guampa”, palabra quechua que se usa en el Cono Sur de América para el recipiente en forma de cuerno en el que se coloca la yerba para tomar tereré.
Ambos útiles son, junto con la “bombilla” o caña de metal por la que se sorbe la infusión, los elementos imprescindibles para tomar la bebida tradicional de Paraguay.
Es tan fuerte el arraigo de la infusión en el país sudamericano que los vendedores de hierbas del Mercado 4 quieren “patentar el tereré y registrarlo como un invento paraguayo”, según Torres, y así plantar cara a quienes aseguran que nació en los vecinos Brasil y Argentina.
La principal diferencia entre el consumo de yerba mate en países como Argentina o Uruguay y el tereré paraguayo es la temperatura del agua, recordó Torres.
Y es que en Paraguay la infusión se toma con agua fría y el termo se llena de barras de hielo para servir como refresco contra las altas temperaturas que dominan el clima del país.
Torres explica que la costumbre de tomar mate con agua fría proviene de la guerra del Chaco, que entre 1932 y 1935 enfrentó a Paraguay y Bolivia.
“Los soldados no podían hacer fuego para calentar agua, porque si encendían una hoguera les descubrirían. Así fue como empezaron a tomar la yerba con agua fría, y gracias al tereré ganaron la guerra, porque era lo que les hacía mantenerse despiertos”, relató Torres.
Otras versiones apuntan a que la yerba mate ya era consumida por los indígenas guaraníes de Paraguay y algunas zonas de Brasil, y que recibe su nombre de la palabra guaraní “mati”, que significa “calabaza” y hace referencia al recipiente donde se colocaba la yerba.
“Los caciques indígenas ya consumían tereré y nosotros continuamos con este ritual, que es un patrimonio para Paraguay”, manifestó a Efe Adams Jiménez, vendedor de yuyos, como se conoce en el país a las hierbas medicinales que se mezclan con el mate para tomar la infusión.
Además de aportar sabor al clásico regusto amargo del mate, las plantas y raíces que se agregan al tereré tienen diferentes poderes curativos, detalló a Efe Cristina Amarilla, otra de las “yuyeras” del Mercado 4.
“El menta’i es para los nervios, el cedrón es un sedante natural... cada uno tiene su propiedad”, enumeró.
Estas utilidades se combinan con el efecto estimulante del mate, similar al que producen la cafeína o la teína, según Amarilla.
Se prepare con agua fría o caliente, se acompañe o no de remedios naturales, lo importante para la vendedora es el rito del “tereré yeré": compartir la infusión en ronda con los amigos, pasando la guampa de mano en mano para que todos puedan disfrutarlo.
En 2011, el Congreso declaró al tereré “Patrimonio Cultural y Bebida Nacional de Paraguay”, e instauró por ley el último sábado del mes de febrero como Día Nacional de esta infusión.
María Sanz