21 nov. 2024

Paraguay, la visión del FMI (II)

La primera columna fue publicada el jueves 27 de junio de 2024 en este diario. El FMI prosigue: En cuanto a la diversificación de las fuentes de financiamiento público, son importantes los esfuerzos para reducir la dolarización de la deuda pública con la exitosa emisión internacional de bonos denominados en moneda local. También debería ayudar a un mayor desarrollo de los mercados de capital nacionales, incluso mediante la reciente creación de la Superintendencia de Valores dependiente del Banco Central del Paraguay y la Superintendencia de Pensiones. Esto debería conducir a una mayor participación extranjera e institucional en el mercado de deuda local. Se complementa con la iniciativa del Gobierno para fomentar la inversión privada en infraestructura pública con la modificación de la Ley de Participación Público Privada (texto abreviado).

ÉNFASIS EN EL GASTO PÚBLICO. Se puede lograr mediante el fortalecimiento de la efectividad de las estructuras institucionales. La implementación de las nuevas regulaciones en materia de compras públicas, la puesta en marcha del nuevo Sistema de Administración de Recursos del Estado (SIARE) y el diseño de reformas paramétricas al sistema de fondos de pensiones públicas (Caja Fiscal) son esfuerzos específicos que están siendo impulsados activamente por la actual administración… Además, la implementación de propuestas para reformar la estructura del Estado y la función pública debería ayudar a limitar las superposiciones institucionales, mejorar la cohesión y efectividad de la implementación de políticas y conducir a una función pública más profesional y una mejor planificación de la fuerza laboral. Hay que mejorar la supervisión y la gobernanza de las empresas públicas para abordar los riesgos fiscales contingentes y las deficiencias administrativas. Por último, es necesario orientar mejor los programas de asistencia social hacia los más vulnerables, más allá de los esfuerzos actuales para mejorar su administración y seguimiento.

METAS DE INFLACIÓN. Con un tipo de cambio flexible y transparente, sigue siendo beneficiosa para Paraguay.

Las acciones de político-monetarias del BCP contribuyeron a una rápida caída de la inflación, lo que permitió una relajación gradual a partir del tercer trimestre del 2023, y la política monetaria ahora se acerca a una posición neutral. El BCP debería seguir fijando su política monetaria guiado por los datos disponibles. Esto es relevante para los factores que impulsan la inflación y los efectos de retroalimentación entre la real y las expectativas de inflación, que se mantuvieron ancladas en torno a la meta.

SISTEMA BANCARIO. Está bien capitalizado y rentable, y las autoridades deberían continuar sus esfuerzos de profundizar y ampliar la supervisión financiera, incluyendo la basada en riesgos. Se han realizado avances significativos para extender la inclusión financiera en la última década, pero se debe hacer más para mejorar la educación financiera, el acceso a internet y la conectividad, y bajar costos de suscripción y transacciones financieras. La identificación y comprensión de los riesgos de “Antilavado de Activos y contra Financiamiento del Terrorismo” en Paraguay continúa como un objetivo importante, ya que muchas debilidades persisten, como fue identificado por Gafilat (Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica).

CRECIMIENTO INCLUSIVO. Debería tener como objetivo reducir la informalidad y ampliar la integración con los mercados internacionales. Las perspectivas de crecimiento de mediano plazo son positivas, en parte debido a las potenciales inversiones extranjeras en sectores verdes como la silvicultura. Existe la necesidad de mayor diversificación tanto en productos de exportaciones como en mercados, cooperación multilateral e inversiones en infraestructura para promover el comercio y el desarrollo económico. La reducción del aún alto nivel de informalidad también aseguraría un impacto significativo en la productividad y en la pobreza. Reducir o eliminar impuestos y contribuciones a la seguridad social por sí solo puede no reducir la informalidad y más bien puede dañar los balances fiscales y/o la provisión de servicios sociales. Una estrategia de múltiples frentes debería incluir la reducción de costos de transacción simplificando los trámites, hacer más asequible el empleo formal, y mejorar el entorno de negocios y la productividad eliminando reglas ineficientes, complicadas y distorsivas (sic).

(continuará).

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