Desde el primer positivo de hace un año, es la primera vez que esos indicadores registran récords al mismo tiempo cuando el acumulado de casos ascendió a 171.985, mientras el de decesos a 3.360 con los 17 de la fecha, según el Ministerio de Salud.
El Departamento Central encabeza la región de mayor impacto con un total de 72.900 positivos (43,4%), seguido por Asunción con 40.143 (23,9%) y Alto Paraná con 12.855 (7,6%).
El área de expansión sostenida sigue con Itapúa con 6.827 (4,1%) y que aparece en rojo en el mapa de riesgo que mide la intensidad de la transmisión en las últimas dos semanas.
Al informe diario de casos precedió este martes un comunicado de las autoridades sanitarias en el que se advierte de una “alerta roja sanitaria” debido al aumento sostenido y récords de contagios con un llamado a “tomar conciencia y evitar situaciones que pueden “llevar al sistema de salud a un colapso”.
Y añade que en caso de incumplimiento de protocolos sanitarios, entre los que el uso de mascarillas es obligatorio, la consecuencia en la población en las próximas dos semanas será “la sobrecarga de hospitales a causa del contagio masivo y el fallecimiento de más compatriotas”.
Por ello, se insta a los ciudadanos a evitar “aglomeraciones, reducir el tiempo y la frecuencia de encuentros y reuniones y postergar toda actividad no esencial”.
La disparada de casos se produce en momentos en que el nuevo ministro de Salud, Julio Borba, asumió este martes dentro de unos cambios que apuntan a desactivar las protestas ciudadanas, cuyo origen es precisamente la falta de medicamentos para los pacientes de coronavirus.
La reacción ciudadana forzó la pasada semana la renuncia de su antecesor, Julio Mazzoleni, aunque los organizadores de las marchas diarias de protesta exigen la renuncia del presidente del país, Mario Abdo Benítez, del conservador Partido Colorado, a quien acusan de ser responsable de la crisis sanitaria.
Por su parte, el nuevo ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, no descartó la posibilidad de suspender las clases presenciales que arrancaron este mes de forma combinada con la virtual en lugares de alto nivel de contagio para frenar la transmisión del SARS-CoV-2.