Paraguay sigue perdiendo terreno en el plano internacional. En su edición 2019, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) colocó a nuestro país en el puesto 97 del Índice de Competitividad Global (entre 141 economías analizadas), dos peldaños por debajo del sitio que ocupó en el 2018.
Este retroceso se dio a pesar de haber mejorado levemente la calificación desde la medición anterior, en 0.3 puntos, para llegar a 53.6 de un total de 100 puntos. De esta manera, queda en evidencia que a pesar de los avances Paraguay no sigue el ritmo de otros países y que estos no son suficientes para escalar posiciones en el ránking mundial. En la región, quedamos solo por encima de Bolivia y Venezuela, y lejos de los líderes: Chile y Uruguay (ver infografía).
Los elementos en los cuales Paraguay muestra los mayores rezagos son la capacidad de innovación, instituciones, adopción de tecnología, dinamismo de los negocios, tamaño del mercado y habilidades del capital humano. En estos rubros, las puntuaciones fueron de 22 a 51, todos por debajo de la calificación global del país.
Los aspectos positivos, por su parte, constituyen la salud de la población, la estabilidad macroeconómica y la infraestructura, con calificaciones de 60 a 81. El rendimiento promedio se observa en las áreas de mercado de productos, mercado laboral y sistema financiero, con puntuaciones de 55 y 56, del total de 100.
En el pilar de instituciones, la nota más baja se asigna a la independencia del sistema judicial, con apenas 12.4 puntos y en retroceso desde la medición anterior. En cuanto a transparencia (que mide la incidencia de la corrupción), WEF otorga 29 puntos y el indicador mejor posicionado fue la incidencia del terrorismo, donde la calificación es de 98.9 puntos (casi nula incidencia).
En cuanto a infraestructura, la puntuación menor corresponde a la calidad de la infraestructura vial y la conectividad aeroportuaria, con 26.7 y 24.7 puntos, respectivamente. El mejor desempeño se da en el acceso a electricidad, con 99 puntos.
Los primeros puestos en el ránking mundial los ostentan Singapur, Estados Unidos y Hong Kong; los últimos lugares están ocupados por Chad, Yemen y la República Democrática del Congo.