Rubén Ramírez Lezcano, titular del Ministerio de Relaciones Exteriores, se pronunció este viernes a través de Monumental 1080 AM sobre la tensión diplomática que se desató entre Paraguay y Argentina por el pago del peaje en la hidrovía Paraná-Paraguay y la deuda del vecino país con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
Sobre el primer punto, Ramírez sostuvo que durante la reunión de este último jueves con el ministro de Economía argentino, Sergio Massa, y otras autoridades del vecino país, donde incluso estuvo presente el presidente Santiago Peña, sí acordaron suspender temporalmente el cobro del peaje, mientras se definieran propuestas para mejorar el sistema de funcionamiento de dicha arteria fluvial.
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Aseguró que, si no se hubiera llegado a ese acuerdo, no se hubiera “expuesto” a brindar sus declaraciones, por lo que calificó de “grave” la situación y aseguró que Paraguay no flexibilizará con respecto a su postura a favor de la suspensión del cobro y que seguirá abogando por el cumplimiento del acuerdo al que llegaron.
Añadió que se mantendrán en contacto con todas las autoridades paraguayas vinculadas a la hidrovía, a fin de analizar en conjunto las alternativas para proceder y que en las próximas horas informarán al respecto.
Sostuvo que para ellos “la palabra tiene un valor fundamental y sustantivo”, por lo que no hay documentos que avalen el nuevo acuerdo. Dijo que no tuvieron tiempo de redactar el escrito, pero que decidieron que la suspensión se dé de forma inmediata y que las autoridades argentinas “tenían que llegar a su país” y establecer los mecanismos necesarios para levantar la aplicación del peaje.
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Comentó que incluso se acordó que “el ministro Massa planteó un mecanismo de reposición de esos pagos, la suspensión del tributo y la convocatoria a una reunión de alto nivel. Por falta de credibilidad, de acuerdos y de incumplimiento de la palabra y sus efectos, nosotros vamos a establecer una batería de acciones que vamos a tener y no nos privamos de ninguna de ellas”, expresó.
También calificó de “inaudito” el hecho de que Argentina haya mentido con relación al pago de la deuda del 2022 del vecino país con la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que supuestamente se haría en los próximos cuatro meses.
“La palabra tiene una fuerza tan importante. El acuerdo que habíamos alcanzado era tan satisfactorio para nosotros y entendimos que para la República de Argentina también, flexibilizando Paraguay la deuda de Argentina con la EBY, encontrando una alternativa para la integración. Señala una falta de credibilidad total de la Argentina”, acotó Rubén Ramírez.
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Finalmente, dijo que cuando habló con Sergio Massa ―también candidato a la presidencia de Argentina― sobre la situación de crispación que se generaba en ambos países, el ministro argentino solo le dijo que se pudo haber tratado de una “mala interpretación”, pero que no supo darle respuestas con respecto al caso de la deuda con la binacional.
“Él me ha dicho que pudo haber sido consecuencia de una mala interpretación, pero tampoco me supo explicar respecto al incumplimiento del pago a la EBY que hasta este momento no hemos recibido”, manifestó.
Panorama político de Argentina
Actualmente, Argentina se encuentra en un incierto panorama político con vista a las elecciones del 22 de octubre, especialmente tras el sorpresivo triunfo de Javier Milei, líder de Libertad Avanza (ultraderecha), en las primarias del 13 de agosto, lo que impide prever un resultado a dos meses de los comicios.
Esto, sumado a la grave coyuntura económica, con más de un 113% de inflación interanual, fuerte brecha cambiaria y un 40% de la población en situación de pobreza, genera un ambiente de agitación social.
En ese sentido, escenas de asaltos a comercios se desataron en las últimas 72 horas y las imágenes rápidamente se difundieron por las redes sociales, generando un cierto ambiente de caos y una inevitable mirada a 2001, la última gran crisis económica, social y política del país.
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En ese entonces, los problemas de Argentina se agravaron debido a que el país se encontraba en recesión desde 1998 y su sistema de convertibilidad cambiaria estaba en crisis. La situación se agudizó aún más cuando los mercados internacionales de deuda y el FMI retiraron su apoyo al país. Dos décadas después, el FMI se ha convertido en el mayor acreedor de Argentina y condiciona las políticas económicas del actual Poder Ejecutivo, en particular, las del ministro de Economía, Sergio Massa.
El Gobierno de Fernando De la Rúa, de la Unión Cívica Radical (centro), dispuso el llamado corralito, que restringió el retiro del dinero depositado en los bancos, lo que abrió paso a una ola de protestas, cacerolazos y saqueos a comercios que culminarían con las violentas jornadas del 19 y 20 de diciembre.
En esas dos jornadas, miles de personas desafiaron el estado de sitio decretado por el Gobierno y ocuparon las principales plazas y avenidas de las ciudades al grito de “que se vayan todos”. El resultado de la represión de las fuerzas de seguridad a la movilización: 39 muertos en todo el país.