Martínez fue el encargado de presentar un informe sobre la realidad económica y las perspectivas para América Latina, en el marco de unas de las jornadas de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban).
“Creo que en las economías grandes de la región no vemos una dinámica de crecimiento muy auspicioso. En lo que respecta a los países andinos se están recuperando de una desaceleración”, dijo.
El representante de la calificadora, puso como ejemplo a Chile y Colombia, citando que son países que estaban desacelerados por un sobrecalentamiento después de la pandemia. Por otro lado, en lo que respecta a Perú, dijo que la desaceleración tiene que ver con la inestabilidad política.
“Ahora están recuperando, pero sin evidencia de una recuperación impulsado por la inversión que sería una buena noticia para el futuro de esos tres países que todavía están lidiando con mucha incertidumbre y con la falta de confianza en el mediano plazo. En México se ve una recuperación lenta, pero el año pasado hubo evidencia de crecimiento. No obstante, desde el cuarto trimestre del año pasado se ve un estancamiento”, dijo.
Volviendo hacia la región de Sudamérica, Todd Martínez dijo que Brasil “ha sorprendido muy positivamente en los últimos años, pero no estamos todavía muy confiados de que es una tendencia estructural, porque en parte reflejada una política fiscal y expansiva que no va a ser sostenible en el tiempo”, dijo.
El presidente de la calificadora Fitch Rating, enfatizó que la historia de las proyecciones de crecimiento “es otra en las economías más chicas de la región”, las cuales supieron recuperarse de los efectos de la pandemia.
“Las economías de Centroamérica están siendo impulsadas por fuertes remesas de EEUU. En el caso de Costa Rica de tal vez del efecto newshore. En los próximos años vemos una tendencia algo similar a lo que estamos observando”, expresó.
Una buena y mala. El representante de la calificadora enfatizó en que la mala noticia es que América Latina, según las proyecciones, volverá a ser la región emergente con menos crecimiento de todo el mundo.
Por otro lado, señaló que la buena noticia, es que habrá algunas excepciones en la región como República Dominicana y Paraguay.
“Estamos esperando tasas de crecimiento más altas, pero solo países pequeños de la región que mueven mucho el crecimiento del PIB total de la región”, dijo. La calificadora proyecta un crecimiento de 4,5% para este año, cifra que se replicaría durante los años 2025 y 2026.
“América Latina es la región que menos invierte y creo que hay contextos. Hay países competitivos en término de costos, pero son los que tiene más incertidumbre lítica o cambios en las reglas de juego. Así como otros son estables, pero tiene costos y poca competitividad”, reflexionó.
Por otro lado, señaló que el crecimiento bajo de la región puede tener efectos sociales, cambios políticos e incluso cambios económicos. Todo esto podría generar un círculo vicioso en la región
Asimismo, destacó que América Latina tiene bancos centrales muy fuertes y conservadores, con muchos progresos en reducir la inflación. “
“También vemos tipos de cambios flexibles que pueden mantenerse fuerte ante los choques internacionales. En la región solo hay dos excepciones donde las cuentas externas son desfavorables como Argentina y Bolivia”, sostuvo.
Para concluir, el portavoz de la calificadora mencionó que la política fiscal sigue siendo el talón de Aquiles de la región, con recuperaciones rápidas tras la pandemia, pero parte de eso fue efecto de la inflación.
4,5 por ciento crecerá el Producto Interno Bruto (PIB) de Paraguay durante los próximos años.
