Transparencia Internacional analizó también la relación entre los niveles de corrupción y la libertad que tienen las organizaciones cívicas para actuar e influir en las políticas públicas. El análisis, que muestra que la mayoría de los países que obtienen una puntuación baja en cuanto a libertades civiles también suelen recibir altas calificaciones de corrupción.
El informe señala que a pesar de los esfuerzos por combatir la corrupción en el mundo, la mayoría de los países están avanzando a pasos lentos. Afirma que en los últimos 6 años numerosos países, entre ellos Paraguay, han conseguido un nulo progreso. Los países donde son más frágiles las garantías para la prensa y las organizaciones no gubernamentales en general presentan los mayores índices de corrupción.
El índice de percepción de la corrupción de 2017 está liderado por Nueva Zelanda y Dinamarca como los países más limpios. Este análisis se basó durante la grave crisis política desatada el año pasado por la intención del Ejecutivo de buscar la enmienda para la reelección presidencial.