Este Domingo de Pascua se celebró la misa de Resurección en la Basílica Menor de Caacupé, sin la presencia de los fieles, para evitar el contagio masivo del Covid-19; sin embargo, el acto religioso fue transmitido por los canales de televisión.
En la ocasión, el obispo de Caacupé, monseñor Ricardo Valenzuela, manifestó que las últimas semanas no fueron fáciles a causa del coronavirus, porque miles de familias tuvieron que recluirse en sus hogares y permanecer en cuarentena, rompiendo totalmente con el ritmo de vida y manteniéndose alejados de la familia y los amigos.
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Sin embargo, auguró un futuro prometedor con un mensaje esperanzador. “El Paraguay va a resucitar como un nuevo país de todo esto, ya no se puede volver atrás; bien lo dijo el Señor, el que empuña el arado y mira para atrás no sirve para el reino de Dios. Él nos ama y porque su amor nunca puede cambiar no tenemos que tener miedo, incluso en este momento de prueba y dificultad”, expresó.
Instó a todos los católicos a renovar la fe en el amor de Cristo y pedir a madre María Santísima que interceda por todos nosotros para que les libere de todo mal y les conceda paz en nuestros días.
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Mencionó que durante la pandemia por la que atraviesa el mundo a causa del Covid-19, mucha gente trata de ver el lado positivo de esta circunstancia y creen que cuando todo termine, las iglesias de todo el país tendrán mayor número de asistentes, porque ha tenido lugar un renacimiento de la espiritualidad.
“Algo nuevo va naciendo, hay esperanzas de vivir días mejores”, seguró Valenzuela.
Recordación a sacerdotes fallecidos por Covid-19
Hizo especial referencia al clero de Italia, en donde hasta el momento se contabiliza un total de 96 sacerdotes fallecidos a causa de esta enfermedad.
Dijo que hay muchos sacerdotes contagiados durante la pandemia después de atender a sus familiares y pacientes en los hospitales y residencias; que miles de pacientes murieron sin apoyo ni consuelo familiar en sus últimos días, ya que la situación no lo permitía, pero fueron estos sacerdotes los que estuvieron acompañándolos hasta el final.
Contó que el sacerdote Aquilino Apassiti, de 84 años, había relatado que los pacientes mueren solos y que los familiares de los difuntos lo llaman y pone su celular cerca de sus seres queridos y rezan juntos.
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Dijo que el padre manifestó que a menudo los médicos y enfermos se encomiendan a ellos y piden que recen por ellos.
Además, recordó al padre Cirino Longo, quien en el hospital tenía un rosario en la mano y trabajó para dar ánimo al personal sanitario y les decía que no tengan miedo, que estamos todos en manos de Dios.
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Por motivo de la pandemia del Covid-19 las iglesias están vacías y las celebraciones de las misas no se realizan de forma pública, sino de manera online a través de las redes sociales, plataformas digitales y los medios de comunicación.
Además, muchos sacerdotes llevan a la Virgen por las calles y al Santísimo en canoa, helicóptero, para hacerles sentir a los fieles que no están desamparados en este momento tan delicado.
En Paraguay se tiene hasta la fecha un total de 134 casos confirmados de Covid-19, seis fallecidos y 22 recuperados. Este domingo ya se cumplen 33 días de cuarentena.