“Paraguay y Alemania son socios para defender principios de sociedad libre”

@marthegarza

La historia del relacionamiento comercial y cultural entre Paraguay y Alemania es un ejemplo de defensa de los principios de una sociedad libre y los convierte en socios cercanos, en momentos en que se gestiona el acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. Esta fue la reflexión que compartió con ÚH el embajador de la República Federal de Alemania en Asunción, Claudius Fischbach, respecto a los desafíos que rodean al comercio internacional y la capacidad de Paraguay de atraer mayor inversión extranjera.

–¿Cuáles son los principales elementos que caracterizan hoy en día la relación diplomática, comercial y cultural entre Alemania y Paraguay?

–Las relaciones entre Paraguay y Alemania son buenas y estables hace muchos años. Son buenas precisamente porque ambos estados tienen un interés común en un orden internacional en el que se aplica el derecho internacional; es decir, ¡no el derecho del más fuerte!, que se basa en el comercio lo más libre posible y en el que todos los estados trabajan juntos, de manera justa, en igualdad de condiciones, enfocados en problemas que solo podemos resolver juntos, como las cuestiones climáticas, medioambientales y energéticas. Pero también en cuestiones de protección de la salud y de lucha contra las epidemias, como es actualmente el caso del coronavirus. Paraguay y Alemania se encuentran entre los países que están abiertos y dispuestos para participar en esa cooperación multilateral.

–¿Qué desafíos políticos y sociales comunes enfrentan actualmente Paraguay y Alemania?

–Nos beneficiamos del hecho de que Europa y América del Sur comparten una larga tradición cultural, que tenemos valores comunes que se reflejan en los fundamentos de nuestras constituciones, como la democracia representativa, los derechos humanos y el estado de derecho. Sin embargo, nunca debemos dar por sentada la libertad en la que cada uno personalmente vive, en la que podemos decidir, decir y hacer cosas sin paternalismo. Hoy, más que nunca, debemos trabajar constantemente para preservar esa libertad. En casa y en el escenario internacional. Eso también une a Paraguay y a Alemania.

–¿Qué rol cumple en el escenario internacional el acuerdo comercial, en gestión, entre el Mercosur y la Unión Europea (UE)?

–El acuerdo representa nuestra idea de un mundo libre y abierto. Paraguay y Alemania son partners (socios) en un mundo de libre comercio: Vamos a asegurar el futuro de la libertad en el mundo, de la democracia representativa, de los derechos humanos. Todo esto está puesto en peligro por los desarrollos recientes, no hay un clima en favor de esta idea de democracia, de esta idea de libertad, en este momento; es al contrario. Y nosotros vemos que Paraguay es nuestro socio para defender estos principios de una sociedad libre. Para nosotros es muy importante cerrar este acuerdo porque el acuerdo Mercosur-Unión Europea representa este mundo de libre comercio, el mundo de nuestras libertades, también de libertad de prensa. Si usted ve el desarrollo en sociedades como China, no tienen nada que ver con la libertad individual; nosotros tenemos que defendernos juntos, ese es un gran desafío para el futuro.

–¿Qué perspectivas rodean al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, en cuanto a los efectos que puede generar en la relación comercial entre Paraguay y Alemania?

–El acuerdo dará a Paraguay un mejor acceso a un mercado de más de 700 millones de personas, en el que más del 90% de todos los productos de los socios de América del Sur pueden ser importados en la Unión Europea, libres de impuestos. El acuerdo reducirá drásticamente las barreras arancelarias, abrirá las fronteras, atraerá más inversión extranjera directa y aumentará la transferencia de tecnología. Muchos esperan también que la propia integración dentro del Mercosur pueda fortalecerse. Una integración más fácil en las cadenas de valor internacionales puede ser un impulso importante para que el Paraguay diversifique su gama de productos. En el caso de Paraguay, se producirán efectos muy directos por el aumento del contingente arancelario para las exportaciones de carne vacuna. También se facilitará la exportación de soja y de sus derivados. Para aclarar, hay que añadir que hasta ahora solo se ha llegado a un acuerdo político sobre el acuerdo. Todavía hay una serie de obstáculos antes de que entre en vigor el muy amplio Acuerdo de Asociación entre la UE y el Mercosur.

–¿Qué desafíos observa en Paraguay, respecto a los pasos que debe dar para reducir la desigualdad social, combatir la pobreza e impulsar un mayor crecimiento económico?

–El Gobierno de Paraguay ha identificado muy bien los mayores desafíos del país en el Plan Nacional de Desarrollo 2030 con sus tres ejes: Reducción de pobreza y desarrollo social, crecimiento económico inclusivo e influencia de Paraguay en el mundo; a los que el actual Gobierno, con razón, ha agregado un cuarto eje: El del fortalecimiento institucional. El plan es convincente y corresponde, además, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. Lo que se impone ahora es la implementación práctica de este plan. El plan refleja en verdad muchas recomendaciones del Banco Mundial, CAF, BID, Cepal, OECD. El diagnóstico es claro: El país se ha sobrediagnosticado, se espera la realización de la terapia. Empresarios alemanes pretenden invertir más en el país. El obstáculo mayor, dicen ellos, tiene que ver con las instituciones débiles, o más precisamente, con la falta de seguridad jurídica. La seguridad jurídica es un gran tema; implica, por ejemplo, la independencia de los tres poderes del Estado. Un pilar de la seguridad jurídica sería el de blindar todos los tribunales contra las influencias políticas. Me parece importantísimo. En realidad, estas son cuestiones amplias y difíciles. Los expertos paraguayos deberían analizar, por ejemplo, cómo la independencia de la Justicia podría ser compatible con una institución como el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.