Al principio de la celebración se leyó su biografía, desde su nacimiento en Villarrica, resaltando su vida eclesial, su servicio a los más necesitados y su entrega a Dios.
En febrero de 1955 ingresó al Monasterio de las Carmelitas Descalzas y en agosto tomó el hábito y tuvo cuatro años de entrega silenciosa. En 1959 falleció a raíz de una hepatitis infecciosa.
Luego, el cardenal Angelo Amato, prefecto para la Congregación de la Causa de los Santos, leyó un mensaje del papa Francisco en latín, cuya traducción fue facilitada por los organizadores.
Francisco explicó en su Carta Apostólica que María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga, se consagró totalmente a Dios por lo que de ahora en adelante “el 28 de abril, día de su nacimiento en el cielo, puede ser celebrado cada año”.
Jorge Bergoglio envió el mensaje desde Roma el 12 de junio pasado.
“Nos, acogiendo el deseo de Nuestro Hermano Edmundo Ponciano Valenzuela, S.D.R., Arzobispo Metropolitano de la Santísima Asunción, y de muchos otros Hermanos en el Episcopado y de numerosos fieles, después de haber consultado a la Congregación para la Causa de los Santos, con Nuestra Autoridad Apostólica concedemos que la Venerable Sierva de Dios María Felicia de Jesús Sacramentado (en el tiempo: María Felicia Guggiari Echeverría), virgen, hermana profesa de la Orden de las Carmelitas Descalzas, quien, enteramente entrada a la voluntad de Dios, recorrió el arduo camino de la perfección evangélica consagrándose totalmente al Señor con alma generosa, sea llamada Beata, de ahora en adelante y que, el 28 de abril, día de su nacimiento en el cielo, pueda ser celebrada cada año, en los lugares y modos establecidos por el derecho”, expresa el texto enviado por el papa Francisco.
Seguidamente se descubrió el retablo con la imagen de Chiquitunga, creada por el artista Koki Ruiz con más de 70.000 rosarios entregados por los feligreses.
A partir de este momento, la paraguaya puede ser venerada como beata y así cumple un paso previo para llegar a la santidad.
Las actividades religiosas iniciaron a las 14.00 y se extenderán hasta las 18.45 aproximadamente, cuando culmine la celebración eucarística, la cual es presidida por el cardenal italiano Ángelo Amato, prefecto del Dicasterio para la causa de los santos y designado por el Papa Francisco.
El encuentro ecuménico continúa con la procesión de la reliquia de la bienaventurada y la veneración con incienso del cardenal italiano, para finalmente celebrar la misa en presencia de la imágenes de la primera mujer beata del Paraguay en los altares.
¿Quién es Chiquitunga?
La carmelita nació en Villarrica el 12 de enero de 1925. A los 14 años se unió a la Acción Católica y trabajó ayudando a niños, jóvenes trabajadores, universitarios con problemas y, además, a los pobres, los enfermos y los ancianos, según el portal de ACI Prensa.
El 14 de agosto de 1955, a la edad de 30 años, respondió al llamado que Dios le hizo para ingresar a la vida contemplativa en el Carmelo de Asunción.
El sitio corazones.org recoge el testimonio de las madres carmelitas descalzas de Asunción, quienes recuerdan que en los cuatro años que Chiquitunga vivió entre ellas, la hermana se caracterizó por su gran espíritu de sacrificio, caridad y generosidad.
María Felicia murió a los 34 años, el 28 de abril de 1959, tras internarse en un hospital durante poco más de un mes debido a una hepatitis que contrajo.
Aseguran que sus últimas palabras fueron: “Papito querido, ¡qué feliz soy! ¡Qué grande es la religión católica! ¡Qué dicha, el encuentro con mi Jesús! ¡Soy muy feliz!” y “Jesús, te amo. ¡Qué dulce encuentro! ¡Virgen María!”.