Fany del Pilar Sosa Benítez habló sobre “el infierno” que vivió en Madrid, España, luego de que el domingo pasado se detectaran 23 kilos de cocaína en una de sus maletas, que supuestamente fueron introducidos en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, por funcionarios de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac).
La mujer comenzó su relato diciendo que tenía dos maletas facturadas y otra de mano y que cuando llegó al aeropuerto de Madrid reconoció a una de ellas y la agarró. Luego salió la otra que era parecida a la suya, pero tenía stickers y dos candados, por lo que al mirar ya se percató que no era su equipaje.
“Esa maleta era parecida a la mía, pero con otras características que yo no reconocía, me acerqué al mostrador de la empresa y le dije que mi maleta no había llegado, me dijo que sí y que está en la cinta, yo volví a la cinta, agarré la maleta y pesaba muchísimo. Volví otra vez al mostrador y le dije que esa no es mi maleta”, relató en conversación con radio Monumental 1080 AM.
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Sosa Benítez señaló que después se acercó a la Guardia Civil de España para pedir ayuda ya que consideraba que esa maleta no era de ella porque el nombre no se veía y solo coincidía el número del código.
La compatriota recordó que su equipaje solo pesaba 14 kilos y que la otra era bastante pesada, por lo que fue con la Guardia Civil a pesar y confirmaron que tenía un peso de 23 kilos. Luego autorizó que se abra y le pidieron la llave del candado, pero ella respondió que no lo puso, ni tampoco los stickers. Al abrir no estaban sus pertenencias y encontraron la cocaína.
“Yo estaba muy tranquila en ese momento porque sabía que no había hecho nada malo, no puse eso ahí, pero después fuimos a la Comisaría que está dentro del aeropuerto, en ese momento no estaba detenida todavía. Después empezaron a sacar las cosas, hacer la prueba, sacaron fotos. Llegué a las 11.00 y ya eran las 17.00 cuando me dijeron que estaba detenida. Ahí empezó todo mi calvario. Les dije que no era mía, que hagan algo, empecé a llorar desconsoladamente, me sentí muy mal, no entendía lo que estaba pasando”, expresó.
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Calificó como un “infierno” todo lo que vivió porque no podía comunicarse con su tía, no podía hablar con nadie y no sabía a quién pedir ayuda. Luego le pusieron una abogada de oficio a quien le comentó todo lo que sucedió. La compatriota mencionó que, luego de declarar ante el juez, fue trasladada a la cárcel de mujeres de Madrid, en donde estuvo en una celda totalmente aislada.
“La primera vez que me colocaron las esposas fue en el Juzgado, yo estaba muy mal, no entendía nada, solo repetía quién me había hecho esto”, relató.
Luego, el martes en horas de la tarde pudo comunicarse con su tía para contarle lo ocurrido y finalmente este jueves en horas de la tarde recuperó su libertad y quedó fuera del proceso.
“Desde el domingo que yo no dormía, solo lloraba, no comía nada, estaba mal, es una cosa que no desearía que le pase a nadie, es horrible, es lo peor que te puede pasar, encima sin hacer nada. Gracias a Dios, se hizo justicia y se pudo demostrar que lo que yo decía era verdad”, agregó.
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Al ser consultada si piensa denunciar a los funcionarios de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) del Aeropuerto Silvio Pettirossi, manifestó que su abogado se encargará de estos datos.
Aseguró que lo ocurrido no le afectó en su trabajo, sin embargo, aún se encuentra mal, no puede comer, porque se acuerda cuando estaba en la prisión y tampoco puede dormir con la luz apagada.
Además, mencionó que su madre, que está en Paraguay, estuvo muy mal por lo sucedido. Finalmente, agradeció a todas las personas que la apoyaron en el momento tan difícil por el cual atravesó.
El caso
Con base en informaciones de inteligencia manejadas por agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) apostados en el Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi y compartidas con la fiscala Lorena Ledesma, se inició una investigación acerca de un supuesto esquema de funcionarios del aeropuerto que estarían valiéndose de sus funciones para introducir drogas en maletas, posterior a los controles pertinentes, para su remisión a Europa.
Los mismos operarían en consonancia con sus pares de aeropuertos europeos, principalmente de España, quienes recepcionaban los envíos. Los datos surgieron luego del envío de 23 kilos de cocaína que fueron detectados en los controles de rayos “x” y por los canes detectores de drogas. Los mismos remitieron los datos de la maleta contaminada a sus “socios” españoles que debían retirarlo.
No obstante, los agentes especiales de la Senad alertaron previamente a las autoridades españolas, quienes aguardaron la llegada de la droga y detuvieron a la paraguaya.
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En la noche del martes fueron detenidos los funcionarios de la Dinac identificados como Juan Ángel Martínez, de 46 años, Édgar Agustín González Giménez, de 48, Juan Carlos Argüello, de 41 años, y Luis Enrique Zayas Garay, de 23.
Sin embargo, el jueves, la Fiscalía imputó a Luis Enrique Zayas Garay por los presuntos hechos de remisión de drogas y asociación criminal, mientras que los demás funcionarios fueron liberados.
La última detención en el marco de la investigación fue del ciudadano Juan Cecilio López Arzamendia, paraguayo, de 35 años, funcionario de la empresa Longport, quien fue capturado en el área de plataforma, manga 3, del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi.