Luis Recalde, estudiante de Relaciones Internacionales, becado por el Gobierno de Corea del Sur, comenta a ULTIMAHORA.COM que la vida en el país “se desarrolla con total normalidad”, como lo había informado el embajador paraguayo Ceferino Valdez.
“Yo vine a Corea hace cuatro años y ya he vivido, en varias ocasiones, las amenazas de Corea del Norte, de las cuales puedo destacar el bombardeo del buque Cheonan y el de la Isla Yeonpyeong, ambos en 2010, ocasiones en las cuales incluso se perdieron vidas humanas y pasamos por la misma tensión de ahora, pero que, sin embargo, pasó sin mayores problemas”, señala el estudiante.

“La diferencia que yo noto ahora es que Corea del Norte usa una retórica violenta, con amenazas que van escalando día a día, y por supuesto, alertando a la comunidad internacional”, agrega.
No obstante, el estudiante destaca que pese a ello, todo sigue normal. Más bien, los ciudadanos se muestran incrédulos ante la posibilidad de una guerra.
“Ningún coreano habla de la situación como si fuese algo importante. Al preguntarles, sus respuestas son que nada va a pasar y no hay que preocuparse”, expresa.
Los paraguayos, sobre todo, se concentran en sus actividades universitarias. Recalde menciona que la embajada atiende las necesidades de los compatriotas y que, constantemente, se tienen reuniones de confraternidad.
“La relación entre los paraguayos es de cordialidad y amistad. Siempre tenemos almuerzos, reuniones y otras actividades. Tal vez sea porque la comunidad es relativamente pequeña”, relata el estudiante.
El jueves, el embajador paraguayo en Corea del Sur, Ceferino Valdez, informó que siete estudiantes paraguayos abandonaron ese país a raíz de la crisis que se registra en la península coreana. Los jóvenes se trasladaron hasta Taiwán, donde permanecerán en la residencia diplomática paraguaya. Siguen en el país asiático más de 60 compatriotas registrados.
Sin embargo, el traslado se debió a un servicio opcional del Gobierno paraguayo, y no consiste en una evacuación ni situación de emergencia.
Las dos Coreas están en conflicto desde 1953, cuando, en vez de firmarse un tratado de paz, se acordó un armisticio, dejando abierta la posibilidad de reanudar las confrontaciones.
Corea del Sur cuenta con el apoyo de Estados Unidos, que ha elevado su nivel en el sistema de alerta, y Japón, que ha desplegado sistemas antimisiles en el centro de Tokio a fin de interceptar el posible lanzamiento de misiles por parte de Norcorea.