González realizó sus estudios en Suiza y Estados Unidos, donde obtuvo un PhD, en los últimos años se especializó en biología celular e ingeniería de tejidos, conocimientos que le permiten participar del desarrollo de carne cultivada a partir de células de músculo o grasa de cerdo, que se expanden dentro de biorreactores o cultivadores a gran volumen.
Es el investigador principal de la empresa biotecnológica Fork and Good, situada en Nueva Jersey. Ya tuvo la oportunidad de probar el producto y comenta que tiene no solo el mismo sabor, sino también la textura. Con la carne molida se preparan platos como tacos y empanadas japonesas, según explicó González.
Esta carne de laboratorio aún no se puede comercializar en Estados Unidos, pero la empresa está haciendo las gestiones para tener luz verde de la parte de la administración de alimentos y medicamentos del país norteamericano. Sin embargo, ya se conocen experiencias, por ejemplo, Singapur fue el primer país del mundo en aprobar la carne cultivada.
Desafíos y ventajas
Hasta el momento la carne cultivada es más cara que el producto animal. En ese sentido, el paraguayo mencionó que actualmente está trabajando para aumentar el volumen por un lado y, por otro, reducir los costos.
“Entendemos que la carne cultivada no es o será para todos, y eso está bien. Nuestra meta es proveer una alternativa para aquellos que gusten. Imagínense tener la opción de comer unas empanadas con carne cultivada”, manifestó el científico.
En cuanto a los beneficios de esta revolucionaria biotecnología, mencionó que primeramente busca suplementar la alta demanda de carne animal en los próximos años y, al mismo tiempo, aliviar la huella ecológica que lleva el consumo de carne a nivel mundial.
Comentó que permitiría reducir el uso de recursos hídricos, terrestres, así como emisiones de efecto invernadero que se observan con la producción convencional, además de evitar los riesgos sanitarios como gripe porcina y aviar. También destacó que su consumo implica no sacrificar animales.
Ley sobre productos cárnicos
Desde el año pasado rige en el país la Ley N° 6916, que regula el uso de la palabra “carne” en la promoción y venta de alimentos.
Solo se puede utilizar el término para productos que resulten del faenamiento de animales y sean aptos para el consumo humano.
La Asociación Rural del Paraguay fue uno de los gremios que apoyaron esta normativa. Su titular, Pedro Galli, refiere que en Paraguay el producto desarrollado por Bryan González debería denominarse “tejido muscular cultivado” o algo similar. Considera que hay diferencias no solo por la textura y características organolépticas, sino también por la composición de ingredientes.