Las víctimas, entre ellas un menor de 17 años, denunciaron haber sido esclavizados en Brasil por un ciudadano de nacionalidad boliviana, informó Telefuturo.
Los jóvenes iniciaban la jornada laboral a tempranas horas y terminaban a las 22:00, aunque en ocasiones a las 00:00.
Los compatriotas indicaron que solo comían dos veces en el día y desde las fiestas de Año Nuevo ya no estaban recibiendo alimentos, por lo que decidieron escapar. Llevaban tres semanas en el lugar.
Las víctimas fueron identificadas como Francisco Javier Gómez Dos Santos, de 19, Erika López Jaqueline Medina, de 18 años, y un adolescente de 17 años.
El joven Gómez Dos Santos manifestó que el boliviano les estaba buscando y temían por sus vidas, por lo que contactaron con familiares para poder regresar. Tras escapar, pidieron ayuda en una estación de servicios y luego a la policía brasileña.
Asimismo, indicó que solo 300 reales era el pago que pretendía darles el boliviano y que le habían dicho que se trataba de poco dinero y que preferían regresar al país, pero este les amenazó con que algo les iba a pasar si tomaban dicha decisión.
El boliviano portaba un arma en todo momento para intimidad a los jóvenes, oriundos de la ciudad Encarnación, quienes ya se encuentran de regreso con sus familiares.