Encontrar paraguayos trabajando en las compañías más importantes de animación del mundo podría haber sido, hasta no hace mucho, parte de una historia de fantasía, con ninguna posibilidad de convertirse en realidad. Pero hoy tenemos no solo a compatriotas aportando su talento en los mayores centros de producción de historias animadas, sino que también hay varios jóvenes que están creando ficción en el país y desarrollando hasta proyectos de largometraje.
La noticia de que Sebastian’s Voodoo –un trabajo del paraguayo Joaquín Baldwin– había sido premiado en 2009 en el Short Film Corner del Festival de Cannes llenó de orgullo al país y nos permitió descubrir que en el difícil terreno de las películas animadas, también podían destacarse nuestros compatriotas, a pesar de que en Paraguay casi no existen centros de aprendizaje de este arte.
En la actualidad, Joaquín se encuentra trabajando para la compañía Walt Disney y las producciones en las que intervino, como Big Hero 6 y Feast –incluso ya como supervisor–, tuvieron el reconocimiento de la crítica. En 2013 ya había colaborado en la muy aclamada Frozen. En todas ellas, Baldwin alcanzó el Oscar, lo que repetiría con Zootopía.
Pero Joaquín no es el único compatriota en las ligas mayores. Guillermo Careaga labora en Deamworks Animation, otro gigante de la industria. Son nuestros mayores representantes en el mundo de la animación y ejemplo para otros artistas dispuestos a seguir sus pasos. Pero tener talento paraguayo trabajando en el exterior puede llevar a hacernos creer que la actividad carece de antecedentes en el país.
Décadas de movimiento
Aunque incipiente, la animación no es nueva en Paraguay. Es cierto que comparada con otros países de la región, la producción nacional puede parecer insignificante, pero eso no quiere decir que no existan pioneros que, de alguna manera, sentaron las bases para el desarrollo de la actividad en nuestro medio.
Perdido en el tiempo, y fuera de la memoria de muchos, se encuentra el corto publicitario de pilas Lámina, que tuvo su animación a finales de 1971. El aviso, en blanco y negro, contaba con la colaboración del recordado Ovidio Javier Talavera, quien relataba una jugada en la que un crack con forma de pila, llamado Lámina, apilaba rivales para marcar un gol de antología.
Al final del corto aparecía, en un flash, la palabra foc, que sería el nombre de la agencia encargada de la publicidad. Lamentablemente, no encontramos información acerca de quiénes podrían haber estado detrás de aquella creación, que –para los estándares de la época– constituía un producto de calidad.
Algunos años después aparecieron otros ejemplos de animación, aunque siempre en el campo de la publicidad. La marca de cigarrillos Póker tuvo sus avisos con dibujos en movimiento y algún toque de humor, un estilo que se repetía en otros cortos.
En aquella época, los intentos de producir avisos publicitarios mediante dibujos animados estaban a cargo de algunos de los dibujantes más conocido del país, como el todavía vigente Porfirio Bustos. Otro nombre pionero es el de Marcial Ruiz Díaz, con más de tres décadas de experiencia en este campo.
Claro que, más allá de estos emprendimientos, casi aislados y con recursos precarios (“usábamos una luz que poníamos debajo de las láminas para dibujar”, recuerda Bustos), no había lugar para la creación de ficción y los trabajos se limitaban al campo de la publicidad.
Con los años, la calidad de los avisos fue aumentando, pero recién ahora, gracias a una mayor disponibilidad de herramientas digitales, existe un terreno fértil para la producción de historias, usando el recurso de la animación. El panorama se está abriendo para que el talento de paraguayos se muestre al mundo.
Los nuevos
The spider and the butterfly es un cortometraje de algo más de ocho minutos de duración, realizado por la paraguaya Thalía Montes Mojoli, quien lo presentó como tesis de graduación en la Johnson County Community College, de Kansas, Estados Unidos. La artista decidió compartir su creación en su canal de YouTube (dragonfoxgirl) y la historia de amor entre una araña y una mariposa se hizo viral. Ya superó las 13 millones de reproducciones.
Otro connacional, Gabriel Arréllaga, también presentó como tesis de graduación en el Sheridan College, de Canadá, un corto denominado Siesta, que recurre al mito guaraní del Jasy Jatere para contar una historia ambientada en la campiña paraguaya. Las visualizaciones de su video en YouTube ya rondan los 25.000 clics.
Thalía y Gabriel son dos de los más jóvenes ilustradores y animadores paraguayos que muestran su creatividad aprovechando las posibilidades que ofrecen las redes sociales. Otros compatriotas están trabajando en el país, realizando obras de ficción y proyectando ambiciosos emprendimientos.
En la modalidad stop motion, el actor Pablo Meilicke produjo cortometrajes con plastilina, como Capibara, Sin fin y Desnudo. La calidad de sus realizaciones es muy alta y nada tiene que envidiar a las mejores producciones del género. Sus trabajos pueden verse en YouTube.
El actor Joaquín Serrano es, además, director, realizador y montajista. Lo suyo no es la animación, pero es un fanático de este recurso narrativo. Con Esteban Pedrozo, conocido como Rocko, están llevando adelante Alas de gloria, que apunta a convertirse en el primer largometraje animado paraguayo. Con Wilson De Souza, Ignacio Ochoa y Cecilia Vargas Peña, conforman un equipo de profesionales para hacer realidad el proyecto.
“Alas de gloria es una aventura épica, de acción, en la que un par de jóvenes paraguayos van a la guerra para defender a su patria, porque no quieren ceder ningún centímetro del Chaco”, cuenta el realizador. El guión se centra en la historia de Rogelio Etcheverry (quien también fue un destacado delantero de Olimpia), el artillero del piloto Carmelo Peralta, que derribó el aeroplano del mayor Rafael Pabón, as de la aviación boliviana.
“Filmar una película iba a salir una fortuna. Ahí nació la idea de hacer animación, la primera película paraguaya de esta características. Fuimos tocando puertas, hablando con animadores; así llegué hasta Rocko, con quien nos conocíamos de los trabajos publicitarios”, relata el actor.
Serrano destaca que, además de ser una producción cinematográfica de entretenimiento, es histórica. El largometraje apunta a un público de 13 o 14 años de edad en adelante. “Hay combates, disparos, tensión”, promete el director.
Según él, Alas de gloria revolucionará el medio. “A partir de acá otros emprendedores van a ver que se puede hacer un largometraje animado en Paraguay. Eso es lo que queremos lograr. Es un momento del cine paraguayo para experimentar, explorar géneros, recursos, ver hasta dónde podemos llegar, y darnos cuenta de que no tenemos nada que envidiarle a ninguna empresa productora de afuera”, se entusiasma.
El proyecto cuenta con recursos suministrados por el Fondec y bonos creativos del BID. “Era necesario conseguir fondos, porque esta no es una empresa barata; hacer el audio de una película de animación es mucho más costoso”, revela.
En principio, Alas de gloria tendría que estar listo a comienzos de 2020, pero si se consigue más financiamiento, es posible que esté terminado en junio de 2019. En este momento, el equipo se encuentra preparando el primer teaser de la película, que se utilizará también para interesar a potenciales inversores, tanto del sector público como del privado.
“Los proyectos con fondos, como industria, te obligan a crecer, a informarte, a traer gente de afuera, a potenciar el rubro y el trabajo colectivo, en conjunto, porque el cine es eso, un ejército de personas que trabaja apuntando a lo mismo. Y todos tienen que ser profesionales de primera”, apunta Serrano.
Por su parte, el artista José Pedersen trabaja desde hace años en la realización de publicidad animada. Actualmente tiene su propia agencia, Bulbo, montada con un amigo, donde trabajan con animación en 2D, 3D y stop motion. Entre sus creaciones se encuentran los videoclips hechos para la banda Villagrán Bolaños, trabajos completamente animados.
“También hacemos proyectos propios. Uno es una serie animada para redes o para televisión, aunque es más para redes. Está en fase de preproducción. Avanza lentamente porque tenemos que seguir haciendo comerciales. Con Carlos Argüello Süllow (propietario de Art Studium), hicimos Avare’i, una serie educativa para niños”, explica.
Quienes deseen apreciar el trabajo de Pedersen, pueden darse una vuelta por Vimeo, donde el artista despliega todo su potencial con producciones de altísimo nivel. Un ejemplo es Asteroid attack, un cortometraje con calidad de Primer Mundo.
Esteban Pedrozo es uno de los artistas de animación más activos. Actualmente se encuentra trabajando –además de su participación en Alas de gloria– en un proyecto de serie animada “del cual no puedo contar mucho; de momento, se está tratando en secreto y tendría fecha de estreno en un par de años, a través de una plataforma de streaming conocida. Ahí trabajo como 3D visual development artist”, revela.
Asimismo, sus esfuerzos se extienden a la publicación de un piloto de serie animada basada en la mitología paraguaya, llamada Los secretos de Narciso, en la que viene trabajando desde hace varios años, aproximadamente desde 2009.
¿Y Thalía? Dado el suceso de The spider and the butterfly, la artista tiene planeado realizar la segunda parte del cortometraje el año que viene, “pero para no dejarle colgada a la gente, esperando, se me ocurrió hacer un miniepisodio, que será el puente entre el episodio uno y el episodio dos”, se compromete.
Escuela de animadores
El principal obstáculo con el que tropiezan los jóvenes paraguayos, a la hora de buscar un centro donde formarse como artistas de animación, es que en el país casi no existen opciones. Solamente en Art Studium se ofrecen cursos de la modalidad.
Allí dieron sus primeros pasos en esta carrera Thalía Montes y José Pedersen, quien ahora también es docente en los talleres de esta institución privada. Pero quienes deseen perfeccionarse, deben viajar al exterior o hacer cursos online.
Pedersen relata que su formación corrió por su cuenta. “Conseguí trabajo en Telefuturo. Ahí aprendí los programas y me fui formando yo solo en cuanto a animación. Lo más cercano que estudié fue Diseño Gráfico, y más adelante me perfeccioné con tutoriales de internet”, añade.
El artista destaca que en la actualidad existen muchos cursos en línea y recomienda a quien esté interesado en estudiar animación recurrir a Moingové, sitio en el que Guillermo Careaga ofrece lecciones mediante la herramienta digital.
“El déficit en Paraguay es la falta de recursos humanos y de capacitación. Para desarrollar proyectos grandes, necesitamos una gran cantidad de artistas y que estos estén capacitados. Con Paraguay Animation (que reúne a los mejores animadores paraguayos) estamos tratando de alentar esto, realizando eventos como el Animate, webinars (conferencias web) mensuales, concursos y dando becas a jóvenes talentos. Este año justamente estamos llevando a dos animadores a Los Ángeles para que conozcan y participen de la principal expo de animación, llamada CTNx”, cuenta Rocko.
¿Qué se debería hacer para que Paraguay desarrolle la animación? “Que los jóvenes que quieran dedicarse a esto vayan formándose. Hoy en día es muy fácil, en una computadora con internet ya podés estar dando los primeros pasos para tu formación, y los profesores en estas escuelas online son los mejores de la industria”, agrega Pedrozo.
El animador reconoce que es uno de los paraguayos afortunados por tener la posibilidad de trabajar para el exterior, pero recuerda que en su momento, hacer animación en Paraguay era una tarea muy difícil, y que para muchos lo sigue siendo.
Pedrozo lamenta que sean muy pocas las marcas paraguayas que apuestan a producir sus comerciales en el país. “Muchas de ellas son, quizás, las que más están ayudando para que esto se desarrolle, pero hay otras que prefieren hacer los avisos en el exterior, a pesar de que tenemos gente en Paraguay que puede hacer cosas geniales”, se queja.
“En nuestro país hay demasiado futuro, y creo que eso es lo que hay que resaltar”, sostiene Joaquín Serrano. La historia reciente muestra que el talento paraguayo es capaz de producir trabajos de calidad si a los artistas se les provee de las herramientas necesarias para que desarrollen su creatividad. Estos compatriotas están demostrando que todo es cuestión de animarse.
Fotos: Javier Valdez.
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Con categorías
Los estilos en animación son numerosos, pero se pueden resumir en:
• Animación 2D: son los dibujos animados, hechos a mano.
• Animación 3D: son los realizados en tres dimensiones, con marionetas.
• Stop motion: son los que están hechos con plastilina, papel, muñecos.
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Aporte paraguayo
“De momento hay que estar muy loco para hacer animación en Paraguay. Estamos tratando de que eso cambie en tiempo récord. La animación en el mundo aún no tocó su techo, todos los días está creciendo esta industria, el público tiene ganas de vivir nuevas historias y desde Paraguay hay mucho que aportar”. Esteban Pedrozo