Así lo informó la empresa Guinness World Records en un comunicado difundido en Quito en el que precisa que Mora Tapia, nacido el 10 de marzo de 1910, y Quinteros Reyes, el 16 de octubre de 1915, suman juntos 214 años y 358 días.
La pareja, además, cumple 79 años de casada y tuvo cinco hijos -el mayor de ellos fallecido cuando tenía 58 años-, con 11 nietos, 21 bisnietos y nueve tataranietos.
Julio César y Waldramina, que han dedicado su vida a la docencia, comparten además una curiosa historia de romance que empezó cuando eran muy jóvenes, en torno a los 20 años de edad.
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Según el relato de Guinness, ella solía visitar a una de sus hermanas, durante el periodo de vacaciones, en un edificio en Quito donde vivía Julio Cesar.
Y es que el esposo de su hermana era primo de él, y fue así como se conocieron y granjearon, primero, una buena amistad que se consolidó con siete años de noviazgo, al final del cual se casaron.
Según Waldramina, Julio Cesar le encantó por su potencial literario, sobre todo por las poesías que escribía, mientras que él fue atrapado por la belleza, el gran corazón y el firme carácter de ella.
Se casaron el 7 de febrero de 1941 en una ceremonia íntima y secreta, ya que, como muchas parejas, había algún tipo de resistencia de sus familiares a la unión.
El matrimonio, al que acudieron sus amigos más cercanos, tuvo lugar en la iglesia de El Belén, la más antigua de la capital ecuatoriana.
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Ellos no ocultan su orgullo de haber podido entregar a sus hijos una buena educación como su mayor legado, pues como ambos coinciden: “La educación nos permitió trazar una ruta para todas las generaciones de nuestra gran familia”.
Además, remarcaron que “la unidad familiar bajo reglas de amor, respeto mutuo, trabajo honesto y una adecuada educación basada en valores familiares son las claves de una convivencia sana”.
Aura Cecilia, una de sus hijas, aseguró que sus padres disfrutan de compañía mutua, van al cine, al teatro gozan de reuniones con personas cercanas en casa.
Les encanta sembrar y cosechar plantas para compartir los frutos con familiares y amigos, y se esmeran en preparar cenas que se convierten en momentos “gratos e inolvidables”, apuntó la hija.
La pareja cuenta, además, que no fue fácil, en un inicio, su vida de pareja por la distancia que existía entre sus respectivas familias, pero destacaron que la comprensión y paciencia permitieron soldar los lazos para convertirse en “ejemplo y el mejor referente para las generaciones más jóvenes”.
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“El respeto, la compasión y consideración con que mantuvimos nuestra relación fue muy importante, nunca discutimos o peleamos”, añadieron, aunque aceptan que mantuvieron apartados de los hijos por respeto y amor.
Como buenos cristianos, agradecen a Dios por haber obtenido el récord como la pareja más longeva del mundo, tras superar a la estadounidense de Charlotte y John Henderson, con una edad combinada de 212 años y 52 días.
“Es verdad que en este momento es difícil porque estamos agobiados por una pandemia (Covid-19) que afecta al globo terráqueo y todavía no tenemos un camino de solución, pero el primer paso es que nos disciplinemos, respetemos y amemos la vida de cada uno”, refirió la pareja.
Ellos, de acuerdo con el relato de Guinness, esperan que se encuentre una solución a la pandemia para volver a tener el contacto con sus familiares y seres queridos.