“Por el momento no se ha señalado ningún incidente” y la elección transcurre en “buenas condiciones”, indicó a EFE Elie Beauroy, director general del Ayuntamiento en París Centro, que incluye los distritos 1, 2, 3 y 4.
Allí, este domingo se nota menos bullicio electoral porque solo la mitad de los vecinos tienen que ir hoy a las urnas, ya que en el resto de circunscripciones ya quedó asentado un candidato vencedor en la primera vuelta, al obtener más del 50% de los votos (y al representar ese apoyo un porcentaje superior al 25% de los electores inscritos en el censo).
De hecho, de las 18 circunscripciones en las que se divide la capital –que no coinciden exactamente con los 20 distritos en los que se divide, ya que se organizan en función de la población–, la mitad quedó sentenciada en la primera vuelta y todos los diputados cayeron del lado de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).
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Dentro de un mapa francés mayoritariamente favorable a la ultraderechista Agrupación Nacional (RN, siglas en francés del partido de Marine Le Pen), las grandes ciudades como París son una excepción e incluso en las circunscripciones urbanas que aún quedan por decidir, la mayoría se dirimen entre los candidatos del centro macronista y los del NFP.
Por eso, muchos de los vecinos de París que acudían hoy a los colegios electorales manifestaban temor y desazón por una posible victoria de RN.
“Personalmente tengo miedo. Temo a que las desigualdades se refuercen, que el odio suba, que las minorías estén en peligro”, afirmaba a EFE, tras haber depositado su voto en el colegio electoral instalado en el Ayuntamiento del segundo distrito de París, Maxime Mouly, un joven vecino de la capital.
Para Clara Sammon, que acudió con Mouly a media mañana, convocar estas elecciones anticipadas fue una apuesta muy “peligrosa” por parte del presidente Emmanuel Macron, ya que los resultados de las europeas de junio, con victoria clara del partido de Le Pen ,dejaban claro que votar ahora era abrir la puerta a la ultraderecha.
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“Yo siempre he votado a la izquierda y ver a la derecha tener tanto poder y tener tantos votos es terrible para mí. Ver que el racismo se convierte en algo normal en la sociedad para mí es algo que odio. Por eso voy a votar cada vez que puedo y uso mi derecho civil para intentar ir en contra de eso”, manifestaba, también en el segundo distrito parisino, Celeste Jacquemin.
Esta última vecina de París, en cualquier caso, valoró positivamente que la sociedad pueda expresarse en las urnas, pero el auge de la ultraderecha requiere de pedagogía política, ya que siente que “la ignorancia” y la falta de transparencia en los medios no ayudan.
Los colegios abrieron a las 8:00 horas (6:00 GMT en la Francia metropolitana) y estarán abiertos hasta las 18:00, aunque en las grandes ciudades no cerrarán hasta una o incluso dos horas más tarde.
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Será a partir de las 20:00 horas (18:00 GMT) cuando se empiecen a conocer las primeras estimaciones de las empresas de sondeos sobre cómo quedará la futura Asamblea Nacional.
Hasta el mediodía (10:00 GMT), la participación en esta segunda vuelta era del 26,63%, la más alta desde 1981.
Fuente: EFE