En medio de manifestaciones de protesta del sector privado, los senadores aprobaron en la tarde de ayer volver a fojas cero en torno al precio de los combustibles, y elevaron al Poder Ejecutivo la versión Diputados, que había sesionado durante la mañana.
Por 30 votos a favor, 7 en contra (Frente Guasu) y 8 ausencias, los senadores aceptaron la modificación emanada de la Cámara Baja en torno a la reciente propuesta del Senado que crea un fondo para estabilizar los precios de los combustibles a través de un crédito de USD 100 millones para subsidiar a todos los sectores y lo redujeron a un solo artículo que deroga la Ley 6900/22, que subsidia solo a Petropar.
Las acciones del Ejecutivo y las leyes aprobadas a las apuradas evidencian la incertidumbre sobre lo que pasará con los precios de los combustibles en adelante. En caso de que sea ratificada la derogación de la Ley 6900, la estatal de combustibles ya no podrá mantener G. 2.500 más barato el diésel común y G. 1.800 la nafta de 93 octanos.
La Ley 6900 había sido sancionada por el Congreso el pasado 25 de marzo y generó fricción con el sector privado de combustibles, que calificó de inconstitucional y atentatorio contra la libre competencia a la normativa, que solo subsidiaba a Petropar y sus 228 operadores.
Fueron los diputados oficialistas los que plantearon ayer la modificación del proyecto de ley que creaba “el fondo de estabilización del precio de los combustibles derivados del petróleo en la República del Paraguay y se establecen medidas transitorias de contingencia para la importación del diésel tipo III y la nafta virgen y deroga la Ley N° 6900/2022”.
La presentación de un proyecto de un solo artículo fue gestada por el diputado oficialista Hugo Ramírez, quien apuntó que correspondía la derogación de la Ley 6900, luego de la evaluación de todo lo que está pasando ahora con las distintas medidas realizadas en torno a la crisis por los combustibles.
DEBATE. Fueron los diputados cartistas Tadeo Rojas y Basilio Núñez los que cuestionaron los errores cometidos por el Gobierno en el manejo de la crisis en torno a los derivados del petróleo. Rojas señaló que era el momento para corregir un error del Ejecutivo en búsqueda de una solución, al haber impulsado la sanción de la Ley 6900, que ha generado una absoluta discriminación en todos los sectores y una crisis enorme que probablemente va a ser difícil de recuperar, no solamente para Petropar, sino para las finanzas del Estado.
Sostuvo que la citada ley vigente “está castigando los ingresos al Fisco que debe cubrir el costo operativo del presupuesto general de gastos de la nación, porque Hacienda va a dejar de recibir los fondos intergubernamentales de Petropar y, por otro, recursos que guardan relación con las reposiciones”.
Durante el debate también se habló sobre el hecho de que muchos políticos, parlamentarios, intendentes, concejales, entre otros, son propietarios de estaciones se servicio y se están beneficiando.
El diputado de Patria Querida Sebastián García dijo que es terrible y preocupante lo que se está viviendo en torno a los combustibles. “Es la clara expresión de un Gobierno sin rumbo, sin agenda y que viene a las corridas en búsqueda de solución en el Congreso”, cuestionó.
Lamentó que las consecuencias deben ser pagadas por el ciudadano de a pie y la gente trabajadora.
“Se volvió a la libre competencia”
Al tiempo de mencionar que ahora la libre competencia determinará el precio de los combustibles que experimentaron subsidio, el senador Juan Darío Monges dijo que se corrigió –con la aprobación de la versión Diputados– la situación de haber beneficiado a un actor que solo abarca el 14% del mercado, mientras el 86% restante es representado por los emblemas privados.
Por su parte, el senador Óscar Salomón dijo que una nueva discusión se inicia ahora con el nuevo escenario; y que la ciudadanía por amplia mayoría, más los sectores sociales, estaban rogando que se eliminen los subsidios.
Sobre el aporte intergubernamental que le toca a Petropar, dijo que ahora tendrá que volver a hacerlo; al tiempo de indicar que en 30 días aproximadamente se prevé que el precio del crudo esté mucho más estable y más bajo que ahora.