El secuestro fue perpetrado al Norte del Alto Paraná, en la colonia Gleba 2, distrito de Mbaracayú, en una zona con partes boscosas, como las reservas de la franja de la Itaipú, ubicadas sobre el lago.
Los secuestradores llamaron solo en dos ocasiones a la familia de la víctima; en la primera, registrada el día del plagio, a las 23:00, en la que exigían 30 mil dólares por el rescate, y la segunda, cuando se volvieron a comunicar por el mismo motivo a las 18:16 del martes último, conforme a lo señalado por la fiscala Antisecuestro, Zunilda Ocampos.
Tras recibir dicha llamada, el negociador de la familia requirió la prueba de vida, pero pese a recibir la promesa que volverían a llamarle a las 21:00, esto ya no sucedió, conforme a los datos recabados por los investigadores.
“La Policía y la Fiscalía trabajamos por nuestro lado, cotejando datos. Ya se mandó inhibir la cuenta bancaria del señor (el padre) con orden judicial”, afirmó la fiscala.
Los autores serían entre tres a cuatro desconocidos que actuaron a cara descubierta cuando asaltaron a Rudi Lauro Fiedler Konopatzki (76) y su esposa Vanilda Fiedler, a quienes pidieron 5 mil dólares. El anciano pidió socorro al hijo, quien al llegar al sitio también fue reducido y luego, los atracadores resolvieron llevarlo.
Los delincuentes hablaban en portugués, con acento cerrado, como si fueran del Brasil. Esto hace presumir que habrían ingresado al país para cometer los hechos delictivos, pero por la manera en que llevaron a la víctima, presumen que podría ser un plagio improvisado.
Esto, teniendo en cuenta que actuaron a cara descubierta y otros detalles no proporcionados por los investigadores, para resguardar el avance de la investigación.
Sin embargo, la falta de comunicación hace que las autoridades estén tomando sus recaudos.
El comisario general Nimio Cardozo, jefe del Departamento Antisecuestro, reveló que la Policía está respetando el protocolo de los casos de secuestro, ya que la prioridad es la vida de la víctima.
Cardozo refirió la factibilidad de que los familiares no estén brindando todos los detalles del caso, por el trauma que habría dejado a los padres el asalto y presenciar el secuestro de su hijo, o las presiones de los marginales.