La polémica pasarela de ñandutí, que fue objeto de numerosas críticas por su costo de USD 2 millones, tuvo un sobrecosto “indebido”, según una nueva auditoría dada a conocer por la Contraloría General de la República.
Según el informe del ente contralor, hubo un “aumento indebido del monto del contrato” por valor de G. 3.142 millones. Esto generó a su vez costos indirectos aprobados y que fueron distintos a los de la oferta, lo cual derivó en una diferencia de G. 1.253 millones, según revela el documento.
En otra parte del texto de la Contraloría se revela que “la pasarela no servirá para el libre usufructo y circulación del público en general, debido a que sus accesos se asientan en predios públicos, pero con restricciones horarias para el acceso a la misma”.
Por otra parte, el ente contralor reveló que se “constató la ejecución de trabajos adicionales, a raíz de la elevación de la altura prevista de la pasarela de un metro, cuya necesidad no está justificada”. En ese sentido, la Contraloría afirmó que el “MOPC permitió que se realicen modificaciones sin mediar un convenio modificatorio que autorice la ejecución de estos trabajos”.
Asimismo, el documento demostró que el MOPC permitió que documentos que son parte de las especificaciones técnicas del pliego de bases y condiciones (PBC) “carezcan de detalles descriptivos, completos y suficientes, además de la falta de las especificaciones técnicas particulares de cada uno de los rubros”.