Una pareja de artesanos que con su puesto forma parte de los atractivos culturales y turísticos que se ofrece en la ciudad de San Bernardino este año compartió con ÚH su historia de amor, que se inició por una pasión compartida: “el amor al arte”.
Luis Fernández Araujo (43) oridundo de Ñemby (Paraguay) y Paula Imaz (38), procedente de Buenos Aires (Argentina), conforman esta pareja sonriente y talentosa, de actitud bohemia. Ellos son artesanos viajeros y accedieron a compartir su historia de amor, ya que en un momento de la conversación sobre sus trabajos resaltaron que son pareja en la vida y en el arte.
Con voz agradable, Luis detalló que con su compañera de vida, Paula, tienen un hijo de 14 años llamado Lucas.
Se conocieron hace 16 años. Primero fueron amigos; ella hacía artesanías en macramé en la Plaza Libertad y trabajaba con una tía, una reconocida ceramista paraguaya, llamada Gladys Imaz.
“Al año de conocernos, decidimos aventurarnos en un viaje a Brasil, y desde allí estamos juntos. Como sello de nuestro amor, nació Lucas, un pequeño gran artista,” recordó Luis Fernández.
En general, hoy día, la familia comparte: “Agradecemos todo lo que ya nos dio el arte, el camino recorrido, los paisajes vividos, la satisfacción de hacer lo que nos gusta y poder vivir de ello”.
Vida de artesanos
“Nos dedicamos a la artesanía desde que nos conocimos hasta hoy. Hacemos una técnica llamada macramé, que es el arte de hacer nudos”, detalló Luis.
Tiempo después, llegó a la vida artística de Luis el trabajo con el metal, “el cual pasó a formar parte de mi vida. Tuve muchos maestros con los cuales estoy muy agradecido”, subrayó.
Luis hace arte con la técnica denominada alambrismo, también trabaja con la filigrana y joyería, elaborando diseños tradicionales, contemporáneos y le brinda un toque personal a los trabajos.
La familia viaja y recorre el interior del Paraguay y llega con su arte a ciudades del Brasil, Bolivia, Argentina y Uruguay.
“Actualmente, vivimos en Mariano Roque Alonso del Paraguay, donde, con nuestras propias manos, levantamos el taller de joyería o como le solemos llamar el laboratorio de las ideas”, contó.
Luis añade que Paula es tímida para hablar, pero que le gusta interaccionar con los clientes a la hora de vender sus productos, los cuales muestra y expone con orgullo.
Los tres integrantes de esta particular familia de artistas, además de elaborar objetos decorativos y de bisutería, hacen las llamadas trenzas tereré o bahiana, que están muy de moda en San Ber durante la temporada estival, las cuales se encuentran desde G. 40.000 y logran hacerlas con destreza en minutos.
Ahora se los puede encontrar los días viernes, sábados y domingos en la Peatonal de San Bernardino, frente a Senatur/ Casona Büttner, desde las 16:00 hasta la medianoche. Aggiornados a los tiempos actuales, aceptan todo tipo de pago, desde tarjeta de crédito o débito, hasta transferencias bancarias o efectivo. Venden desde pulseritas de hilo a G. 10.000 hasta finas joyas en plata con valor de hasta G. 1.500.000.
Un pensamiento lidera la vida de Luis, y esto lo comparte su familia, “creo en que somos energía” y por eso trabaja con los metales, “que son minerales que vienen de la tierra, junto con eso, la energía de las piedras semipreciosas, que aportan beneficios importantes a la salud”.
Además, disfruta y gusta de trabajar con el cobre, la plata y el bronce los cuales, “me explicaba un amigo, son minerales con espíritu”, detalló.
Aventureros
Acerca de cómo se organizan como familia para realizar el trabajo y cómo lo combinan con la escolaridad de Lucas, comentó Luis: “Mi hijo va a la escuela normalmente y cuando tenemos vacaciones de la escuela ya agarramos la mochila”.
Además, Lucas está tomando un curso de piano y es autodidacta en los ámbitos de la pintura y los dibujos. En tanto que Luis y Paula se dedican “24/7 a crear”.
Durante el año, para cuidar la escolaridad de Lucas, la familia trabaja en la venta de sus productos en puestos que colocan en la calle o en el marco de ferias. En el 2024 estuvieron activamente en la feria Palmear (centro histórico asunceno) y por el Centro Cultural del Puerto de Asunción.
“En ambos casos, resultaron muy beneficiosos para nosotros tener esos espacios, tanto en Palmear como en el Puerto de Asunción, es una gran vidriera para los artesanos, por lo cual, estaremos nuevamente este 2025”, anunció.
Las propuestas artesanales de la familia se pueden ver en sus redes @Mamboreta_arte en Instagram y Mamboretá arte en Facebook.