El arroyo Gasory de Paso Yobái, en el Departamento de Guairá, es considerado un cauce emblemático. Fue lugar de refugio de varias generaciones que recurrían a él en las jornadas calurosas. Hoy, la mayoría de los habitantes lo miran con recelo y frustración. El cauce se ha transformado, cual cañería por donde fluyen desechos tóxicos.
En días de lluvia, el arroyo se tiñe de rojo intenso, llamativamente es tras cruzar por la zona de los molinos, donde utilizan mercurio, y en algunos casos también cianuro, para procesar el oro que se extrae del territorio.
Pero estas sustancias, que fluyen de manera impune, no son los únicos contaminantes. El propio vertedero municipal representa un riesgo para el curso hídrico. Al depósito de desechos domiciliarios, solo lo divide de la margen del arroyo un precario camino de tierra; luego comienza la pendiente que crea las condiciones para que el lixiviado, líquido tóxico resultante de la basura, descienda con una lluvia.
SIN CRITERIO AMBIENTAL. En agosto del 2020, los fiscalizadores del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) intervinieron el lugar.
Confirmaron que el vertedero operaba sin tener en cuenta criterios ambientales para el manejo y disposición de los residuos.
“Se observaron allí residuos hospitalarios, sondas, medicamentos vencidos y jeringas, filtros de aceite de vehículos en desuso, residuos eléctricos y electrónicos, entre otros. Alarmó a los fiscalizadores que en el momento de la verificación se observaron niños manipulando residuos peligrosos”, señala el informe hecho durante la pandemia. Ya en la sede de la Municipalidad, en ese entonces, se corroboró que el vertedero no cuenta con declaración de impacto ambiental, hecho que transgrede la Ley 294/93 “De Evaluación de Impacto Ambiental”.
PROYECTO. En representación de la Municipalidad, el funcionario Julio Alvariza sostuvo que el Municipio ya cuenta con otro terreno donde funcionará el nuevo vertedero y presentaron al Mades el permiso. Estimó que “en dos, tres meses”, ya funcionaría.
Sin embargo, reconoció que hasta ahora no cuentan con la aprobación del estudio de impacto ambiental.
Alvariza dijo que realizan excavaciones. No obstante, en el área se observa la quema de desechos en grandes dimensiones. Sobre el punto, Alvariza alegó que “seguramente fueron los pobladores”.
MINERÍAS. Pobladores denunciaron que la semana pasada el arroyo volvió a teñirse y sospechan que es por el mercurio. Al respecto, Alvariza indicó que presentaron la denuncia ante el Ministerio Público. Derivó la responsabilidad de controles a otras instituciones estatales, tal como el Viceministerio de Minas y Energías, y se excusó con que el Municipio no es ente regulador.
Efecto negativo del mercurio
El mercurio afecta al sistema neurológico: temblor de manos, inestabilidad emocional, enojo sin razón, explica la doctora Laura Flores, especialista en salud ambiental, quien se encargó del estudio Establecimiento de un Plan de Acción Nacional para el sector de Minería Aurífera Artesanal y de Pequeña Escala (MAPE). Estos efectos, puntualizó, fueron los más frecuentes en Paso Yobái. Otras secuelas que citó, que genera el mercurio, son el trastorno de la memoria y en el área motora se presentan problemas para caminar, para equilibrarse.