“Qué salgan con un informe así es porque están del lado de los delincuentes. Amnistía Internacional no entiende nada. Un país que desde hace 25 años tenía piquetes (...) hemos logrado terminar eso con la mínima violencia”, expresó Bullrich en declaraciones a El Observador.
El informe de AI, publicado el mes pasado, contabilizó un saldo de 1.155 personas heridas en el contexto de “represión de protestas en 2024", tras la implementación del denominado Protocolo Antipiquetes impulsado por Bullrich desde la asunción del actual Gobierno a fines de 2023.
Amnistía Internacional no tiene vergüenza, y mientras se violan sistemáticamente los derechos humanos en Venezuela, decide criticar a una democracia liberal como lo es la Argentina.
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) January 13, 2025
Desde sus sillones cómodos en Londres, vienen a darnos lecciones mientras acá bancamos 25 años de… pic.twitter.com/wtybyww2Kg
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Ese protocolo limitó las manifestaciones exclusivamente a las aceras y autorizó una mayor intervención de las fuerzas de seguridad durante las protestas.
En su informe, AI dijo haber documentado durante el último año “un patrón de represión y criminalización hacia quienes salieron a las calles a expresar su disenso” y consideró que la respuesta estatal ante las manifestaciones “se caracterizó por el uso excesivo de la fuerza” mediante el “uso abusivo” de gases lacrimógenos, balas de gomas, camiones hidrantes, golpes con bastones y detenciones arbitrarias.
“Es un informe fuera de lugar y es ridículo. Nosotros creemos que lo de AI es pura ideología, la de proteger siempre a los victimarios”, consideró hoy Bullrich.
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En respuesta a las declaraciones de la ministra, la organización publicó este lunes un comunicado en sus redes sociales en el que comparó la reacción de la titular de Seguridad con los intentos de desacreditar sus informes por parte de Gobiernos como los de Venezuela y Nicaragua.
“Entendemos que los gobiernos se enojen con nuestro trabajo”, escribió AI, y continuó: “Entendemos también que tocamos un nervio cuando exponemos los abusos”.
La organización defendió además que sus reportes “están sujetos a una estricta metodología científica y se nutren de investigación en terreno, entrevistas a las víctimas, pedidos de acceso a la información pública, entre otras herramientas fundamentales”.
Fuente: EFE.