Asimismo rechazó cualquier “cuestionamiento sobre la transparencia de China en la prevención y control de la situación epidémica”. La ministra australiana de Relaciones Exteriores, Marise Payne, aseguró que su país “pide” una encuesta independiente sobre la manera en que China gestionó la epidemia.
Hace falta “una investigación independiente que identifique todo lo que necesitamos saber sobre la génesis del virus, los enfoques de su gestión y que establezca la transparencia con la que se compartió la información”, dijo a la cadena pública ABC.
ACUSACIONES. EEUU y varios aliados acusaron a China de no reaccionar de modo eficaz en las primeras semanas de la epidemia y haber minimizado los efectos en su territorio.
El presidente estadounidense Donald Trump acusó también a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ser complaciente con Pekín y de gestionar mal la pandemia y anunció el pasado martes la suspensión de la contribución de EEUU a la organización, que el pasado año superó más de 400 millones de dólares.
Payne advirtió que “de alguna manera” las consecuencias de la pandemia cambiarán la relación entre Australia y China y que está “muy preocupada” por la transparencia de Pekín. Australia –que ha reportado 6.600 casos y 70 muertos– fue uno de los primeros países en prohibir los viajes de China.
El directivo de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró ayer que no escondió nada a EEUU sobre la enfermedad respiratoria detectada por primera vez en China. “Lanzamos una alerta desde el primer día”, concluyó el médico. “No hay secretos en la OMS. Si conservamos informaciones secretas o confidenciales es peligroso”, insistió.
Más transparencia
La canciller Angela Merkel pidió ayer a China que sea lo más transparente posible sobre la génesis del coronavirus, coincidiendo con las acusaciones contra Pekín de minimizar los efectos de la pandemia. “Cuanto más transparente sea China sobre el origen del virus, mejor será para todos” a fin de “sacar enseñanzas”, agregó. AFP