Cecilia Colinas
De liderazgo fuerte y orador distinguido, el ex mandatario Nicanor Duarte Frutos (2003-2008) sigue siendo protagonista y se destaca en las filas del Partido Colorado como uno de los hacedores de la política. Es el hombre con más trayectoria política que sigue respaldando al presidente Mario Abdo Benítez, cuyo Gobierno tambaleó en varias ocasiones. Durante las internas, Nicanor Duarte se caracterizó por hacer discursos lacerantes contra Horacio Cartes, quien hoy es el titular del Partido Colorado. En esta entrevista, el que fuera también presidente del Partido Colorado señala que Cartes está pasando por una situación personal sumamente delicada e incierta, ya que no solamente fue designado persona significativamente corrupta por el Gobierno de Estados Unidos, sino que también fue sancionado económicamente y pone en vilo a la ANR. El actual director de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) sostiene que las acusaciones son graves e impactan negativamente, por lo que se debe buscar una salida política. El ex presidente se aboca en mantener la vigencia del movimiento Fuerza Republicana y, a su vez, buscará bregar por votos a favor del delfín de Cartes, Santiago Peña, porque cree que el Partido Colorado no debe perder su hegemonía. Asegura que Peña deberá demostrar que su figura trasciende los intereses económicos de su líder. En las últimas elecciones, Duarte Frutos se presentó como candidato número uno a miembro de la Junta de Gobierno y quedó en el quinto lugar. Aún no cuenta con un rol dentro de la campaña del Partido Colorado y esperará que la Comisión Ejecutiva, de la que es parte, le asigne uno.
–¿Por qué tomó la decisión de acompañar la candidatura de Santiago Peña a sabiendas de que su financista es Horacio Cartes y que en caso de ganar le deberá lealtad a él? Ud. Se refirió a Peña en varias ocasiones como “títere” de Cartes y que sus decisiones están supeditadas a las del ex presidente de la República.
– En el Partido Colorado las diferencias políticas se resuelven mediante la participación, la democracia interna y la expresión plural de nuestras diferencias. Nuestros candidatos fueron electos en una reñida contienda electoral en la que participaron más de 1 millón 200 mil correligionarios. Unas elecciones internas que no han sido cuestionadas en su resultado. Ningún dirigente colorado está por encima de la voluntad mayoritaria de nuestros correligionarios y correligionarias. Acompañar al candidato a presidente de nuestro partido, Santiago Peña, no significa bajar ninguna bandera, por el contrario, significa mantenerla dentro del partido, dentro de los cauces institucionales de nuestra asociación política. Si quiere proyectarse en el tiempo, Fuerza Republicana debe conservar su identidad, seguir defendiendo la plena vigencia del estado de derecho y de nuestra doctrina social colorada.
–¿Cómo pedirá votos para Santiago Peña tras todas las acusaciones vertidas contra él y Horacio Cartes durante las internas?
–Tengo un gran respeto por la voluntad popular y la mayoría ha decidido que Santiago Peña sea nuestro candidato. ¿Significa eso que debemos renunciar a nuestras posiciones? ¿Diluir nuestras diferencias en una voluntad general unánime, como exigiría Rousseau? En absoluto, la voluntad de la mayoría se fragiliza si no contempla a las disidencias. El Partido Colorado no es un partido que se defina por la homogeneidad de sus miembros, sino por su capacidad incorporadora de la heterogeneidad social. La fuerza de nuestro partido crece en la medida en que en su interior estén representados la mayor cantidad de expresiones políticas. Seguiremos siendo un partido si seguimos cultivando el juego simultáneo de oficialismo y disidencia, siendo críticos cuando las circunstancias lo requieran y apoyando la gobernabilidad social y el orden democrático en todo momento. En la larga historia del coloradismo, no me identifico con las posiciones abstencionistas que alguna vez existieron, sino con la vocación de conducción, de Gobierno y de ejercicio del poder sobre la que se ha caracterizado, construido la hegemonía de nuestro partido. Como Fuerza Republicana somos disidentes, no somos traidores ni desertores, por eso pedimos el voto por todos los candidatos de la Lista 1.
–¿Qué opinión tiene sobre Horacio Cartes actualmente? ¿Habrá un abrazo republicano entre él y los principales líderes del oficialismo como Ud. y Mario Abdo Benítez?
– Horacio Cartes es un ex presidente constitucional del Paraguay y ha sido recientemente electo presidente de nuestro partido. Las acusaciones que hoy recaen sobre su persona son graves e innegablemente impactan negativamente. Por eso, Cartes tiene la obligación de aclarar estas acusaciones, como bien lo dijo Santiago Peña. Por otro lado, son de público conocimiento mis críticas a su liderazgo, su visión empresarial del Estado y sus aspiraciones de copamiento de las instituciones. Yo mantengo estas críticas y soy un demócrata, considero que es una necesidad que la política sea un terreno de expresión de la diferencia, del desacuerdo y del debate.
–¿Cómo ve el liderazgo de Mario Abdo Benítez luego de haber perdido contra Cartes las elecciones del Partido Colorado? ¿Hay un futuro político aún para Marito?
– Tengo la convicción de que uno de los fundamentos de la democracia moderna es la “desdramatización” de las derrotas electorales. El lugar del poder en la democracia es un lugar estructuralmente vacío, que se ocupa solo coyunturalmente, tal como explicaba Claude Lefort. A Mario Abdo Benítez le tocó conducir en uno de los contextos más difíciles que afrontó la humanidad, como fue la pandemia, y está entregando un país que será el de mayor crecimiento económico en la región, según el Banco Mundial, con avances inéditos en infraestructura, con un sistema de salud fortalecido y, sobre todo, está entregando un país que transita en paz la sucesión presidencial. El presidente Mario Abdo Benítez tiene un legado de gestión histórico que reivindicar y defender en su vigencia. Estoy seguro de que seguirá siendo un protagonista de nuestra vida política en el próximo periodo.
–Así como el Grupo Cartes anunció que Horacio Cartes se retira del conglomerado de empresas para no afectar los empleos de compatriotas que dependen laboralmente de ese sector empresarial, ¿ve la necesidad de que también se aparte de la presidencia de la ANR?
– Existe preocupación por la situación financiera y administrativa de nuestro partido, por lo que nuestro movimiento Fuerza Republicana ya solicitó una sesión de la Junta de Gobierno para analizar todas las implicancias jurídicas de las sanciones que afectan a Cartes. Si bien Cartes fue electo presidente del partido en unas elecciones incuestionables, y su legitimidad de origen está fuera de discusión, existe preocupación respecto de su legitimidad de ejercicio, de los inconvenientes que puede plantear. Creo que le corresponde principalmente al comando de Honor Colorado analizar una salida política a esta situación.
–¿Qué rol asumirá Ud. en la campaña y cómo trabajará Fuerza Republicana?
– Soy miembro de la Junta de Gobierno y de la Comisión Ejecutiva del partido. Desde el rol que el partido crea correspondiente vamos a apoyar a todos los candidatos de la Lista 1.
–¿Está por verse el fantasma del doble comando de 1993 y 1998? Teniendo los antecedentes de esos periodos de gobierno y de la situación particular que se da con Santiago Peña, ¿qué se puede avizorar?
– Los casos referidos, tanto el del 93 (Wasmosy-Oviedo) o el del 98 (Cubas-Oviedo), se dieron en un contexto en el que las Fuerza Armadas seguían ejerciendo un papel cuasitutelar de la transición. La salida de los militares del juego político supuso un avance de nuestra democracia y es de esperar que ningún poder fáctico, ni militar ni económico, vuelva a restringir la plena vigencia de nuestra República. Que no se vuelva a restringir, manipular o desvirtuar la fuente de legitimidad del poder público debe ser un consenso que una a todos los partidos políticos, movimientos sociales, sectores de la sociedad civil. Por encima de nuestras diferencias debemos defender sin concesiones el orden democrático ante cualquier tipo de amenaza. Dicho esto, me parece poco probable que Cartes tenga hoy la suficiente fuerza para ejercer un poder fáctico similar al que ejercieron los militares durante la década del 90, sobre todo si consideramos que se encuentra en una situación personal sumamente delicada e incierta. De cualquier modo, Santiago Peña deberá estar a la altura de este proceso histórico y demostrar con hechos que su figura trasciende los intereses económicos de Cartes o de cualquier otro particular.
–¿Qué impacto cree que tendrá la sanción impuesta por el Gobierno de Estados Unidos a Horacio Cartes y Hugo Velázquez, respectivamente, en la campaña de la ANR?
– El verdadero impacto electoral que puedan tener estas sanciones es una incógnita que solo podrá verificarse luego de las generales. Más allá de eso estoy seguro de que si el Partido Colorado está unido, si nuestro candidato sigue siendo eficaz en generar esperanza en amplios sectores de nuestra sociedad y si demuestra durante esta campaña autonomía y claridad en su proyecto de país para los próximos cinco años, si todo eso es así, tendremos una contundente victoria el próximo 30 de abril.
–¿Considera que Santiago Peña pueda hacer su campaña independientemente, sin que las sanciones afecten a su figura?
– Sobre Santiago Peña no pesa ningún tipo de señalamiento ni sanción por parte de EEUU ni de la comunidad internacional. Es más, mientras el Gobierno norteamericano comunicaba las sanciones a Horacio Cartes, Peña estaba de gira por EEUU y era recibido tanto por el Departamento de Estado como por senadores y por prestigiosas universidades de dicho país. Esos hechos demuestran que Santiago Peña puede y debe seguir haciendo una campaña centrada en su figura y, sobre todo, en los grandes temas de interés nacional.
–Si es que Santiago Peña gana la presidencia de la República, ¿podrá gobernar teniendo a su líder acorralado por Estados Unidos, sin que afecte las relaciones diplomáticas y comerciales con ese país?
– El ejercicio del poder, sobre todo del Poder Ejecutivo, no tolera ambigüedades en la fuente real de las decisiones. Como presidente de la República, Santiago Peña tendrá el desafío de demostrar el carácter efectivo de su liderazgo y de conducir al país en sus diferentes áreas, internas como internacionales. El Partido Colorado, con sus mecanismos institucionales, será el garante de la gobernabilidad, de la autonomía de Santiago Peña en el ejercicio del poder y de la plena vigencia del orden democrático.
Acompañar al candidato a presidente Santiago Peña no significa bajar ninguna bandera. Somos disidentes, no somos traidores.
Yo mantengo críticas hacia su liderazgo (de Cartes), su visión empresarial del Estado y sus aspiraciones de copamiento de las instituciones.
El ejercicio del poder, sobre todo del Poder Ejecutivo, no tolera ambigüedades, Peña como presidente tendrá que demostrar el carácter efectivo de su liderazgo.