El presidente atribuyó las críticas, durante su visita al Departamento de Paraguarí, a las medidas contra la corrupción que supuestamente emprendió su gobierno. “Estoy seguro de que todos estos ataques no son absolutamente nada (comparando) con la convicción que tenés, Tadeo, porque estamos cortando la cabeza de la corrupción, esa corrupción que lucraba a costa del sufrimiento de nuestros adultos mayores”, expresó Peña. Entre los hechos de corrupción, Peña citó irregularidades en las encuestas, el censo y los requisitos para seleccionar a los beneficiarios, incluso algunos cobros ilegales. “Todo era patrañas y mentiras para que sufran nuestros abuelos y se puedan beneficiar los famosos intermediarios, cortamos esos intermediarios, aquellos que roban el sueño”, lanzó el presidente.
La explicación que dio Peña a los ataques se relaciona con las exigencias de la prueba de vida al adulto mayor para cobrar la pensión. Sostuvo que fue una decisión valiente y arriesgada de pedir la presentación de la cédula y que el dinero no sea entregado si el beneficiario no se presenta. Porque el problema es que como actualmente se decidió utilizar como base de datos para los pagos el registro civil, el riesgo, dijo el presidente, es que haya fallecidos entre ellos, que no fueron reportados para actualizar el sistema. Igualmente, reivindicó que es el camino correcto.
HALAGOS AL CONGRESO. En medio de las críticas por los autoaumentos, Peña agradeció al Congreso por aceptar sus proyectos y darle las herramientas para gobernar. Recalcó que hasta el momento todo lo que pidió le fue concedido y que existen personas que quieren que lleve una mala relación con los legisladores. “Hay mucha gente que no le gusta. Los intermediarios quieren que un presidente se pelee con el Congreso, y quién pierde, el pueblo”, subrayó.

En ese sentido, aseguró que la buena relación que lleva con el Congreso es gracias a Pedro Alliana, quien hace un “trabajo silencioso” que le permitió ganarse a los colorados.