La presencia de Peña fue muy llamativa para lo que se trató de un acto sencillo y de poca relevancia, y tampoco hubo mayor información, ya que a su salida de la Sala Bicameral, el mandatario evitó hablar con la prensa.
Participaron también el presidente de la Corte Suprema de Justicia, César Diesel, del Congreso Nacional, Basilio Bachi Núñez.
En tanto Peña, al realizar su discurso, aseguró que el cooperativismo es de gran impacto para el país y su desarrollo.
“Me ha tocado trabajar en el Movimiento Cooperativo en diferentes roles, mi rol como regulador bancario, como sector importante del sistema financiero, junto con lo que fue el crecimiento desde la creación del Instituto Nacional de Cooperativismo allá por el año 2005, cuando se pensaba que tenían que regularse de la misma manera bancos, financieras y empresas o sociedades cooperativas. Y el sector cooperativo realmente solamente ha crecido desde ese momento, se ha fortalecido, se ha expandido y hoy no solamente es un actor más, es probablemente un actor principal en un mundo que desea desarrollarse, desea progresar, donde las herramientas financieras avanzan, donde los avances tecnológicos se profundizan, pero el factor humano sigue siendo el elemento determinante en la construcción de sociedades mágicas”, manifestó el presidente.
Interna. La visita exprés del presidente al Congreso se da en medio de una interna dentro de su movimiento, Honor Colorado, que tiene a un grupo de senadores disconformes con su gestión y que hacen críticas de forma pública. Principalmente Gustavo Leite, que primero confrontó con Peña por la ley de control a las organizaciones no gubernamentales que hasta ahora no cuenta con reglamento, por decisión del presidente y contra el interés del legislador. Posteriormente, reclamó que las licitaciones estén dirigidas solo a un sector y apuntó a la gestión de Carlos Fernández Valdovinos en el Ministerio de Economía.
La última señal para presionar a Peña que decidió dar este grupo de senadores leales a Horacio Cartes, que tiene además de Leite a Antonio Barrios y en ocasiones a Lizarella Valiente fue el anuncio del proyecto de ley de creación del ministerio de la familia, a lo que el primer mandatario se posicionó en contra y adelantó que, de aprobarse, recurriría al veto.
Peña necesita mantener la buena relación con el Congreso y su mayoría, por lo que decide no confrontar con este grupo de senadores. En su último discurso hizo halagos al Parlamento y señaló que no podría gobernar sin este poder del Estado.