Entre los proyectos que se van a negociar de ahora en adelante se encuentran la reforma laboral, la reforme electoral, la ley del servicio civil, la reforma del registro de la propiedad y el Presupuesto General del 2025.
Para la politóloga Rocío Duarte, el encuentro que tuvieron los senadores no oficialistas con el presidente en el que acordaron abrir un canal de diálogo, es una oportunidad importante más para Peña que para la oposición.
Primero, porque Peña carga con la identidad de no tener poder político propio y el único poder que ejerce es el que le es cedido por Horacio Cartes. “Entonces, cualquier oportunidad que se le aparezca de generar apoyo por fuera de la facción de Honor Colorado, aparece como recurso que él puede llegar a utilizar a su favor, para al menos intentar implementar un programa de gobierno propio”, subrayó la analista.
En segundo lugar, las acciones políticas de los cartistas con sus aliados en el Congreso representan un debilitamiento sistemático de la calidad democrática paraguaya, y esto favorece la imagen del presidente como una figura razonable en comparación. “En este sentido, las acciones que ese sector viene realizando configuraron previamente esta oportunidad que se le presenta a Peña para asumir una identidad más conciliadora, lo que puede traducirse en la ausencia de cuestionamientos a su gestión por parte de la oposición en lo que le resta a su Gobierno”, manifestó la politóloga.
Sin embargo, para que haya resultados favorables en este proceso, lo fundamental será la capacidad que pueda demostrar la oposición, considera Duarte. “Hasta ahora tienden a ser más visibles las diferencias que existen entre quienes integran la oposición más que su capacidad para establecer acuerdos mínimos, por lo que para ser tenidos en cuenta como un contrapeso viable a HC necesitan acciones mucho más amplias que reunirse con Peña”, concluyó.
Por su parte, el politólogo Camilo Filártiga indicó que la reunión de Peña con las bancadas no oficialistas es un gesto político interesante, como muestra de apertura al diálogo, importante en democracia. “Sobre todo en este contexto que tanto se le reclama al Ejecutivo y a la bancada oficialista el debate político y la tolerancia”, subrayó.
El desafío para Filártiga es que el resultado vaya más allá de la foto y se vean acciones de parte del oficialismo para una mayor pluralidad.
Pero lo fundamental, indicó, es que este acercamiento será determinante para saber cuánto poder de influencia tiene realmente Peña. “Es una buena medida para saber realmente la incidencia que puede tener el presidente sobre el oficialismo, las bancadas coloradas en el Congreso, para empezar a corregir ciertos desvaríos autoritarios que vemos últimamente muy a menudo”, resaltó.