Me llamo Joaquín Alcorta, nací en Córdoba, Argentina. Mi vida básicamente se resume en una constante renovación, en esperar el momento justo, en aprender cosas a prueba y error para seguir intentando día a día. Eso, sin duda, nos lleva a lugares en donde nos conectamos con lo que nos gusta.
Digamos que vine a Paraguay en dos etapas. Cuando era chico, vinimos con toda mi familia, allá por el año 1994, yo tenía 8 años y vivimos otros 8 años acá.
Aunque al principio fue muy duro todo, más para mis viejos que siempre la lucharon muy de abajo, pero a pesar de todo, creo que de esa etapa tengo los recuerdos más lindos de mi vida.
Pero un día tuvimos que regresar por cuestiones económicas a Argentina, yo tenía ya 16 años y me había acostumbrado a la vida acá en Paraguay y la verdad que fue difícil dejar el país y más a esa edad en donde hacés muchos amigos.
EL REGRESO
Ya en Argentina nuevamente, en el año 2010 tuvimos la triste noticia del fallecimiento de mi papá y en ese momento mi vida tuvo un quiebre, porque tomé la decisión de frenar con todo lo que estaba haciendo, dejé la facultad en donde estaba estudiando Arquitectura y la idea era tomarme un año sabático para no pensar tanto en lo sucedido.
Y ahí mismo pensé en Paraguay de nuevo, así que me vine solo con una caja y una mochila a empezar de nuevo.
Al poco tiempo, por suerte y así de la nada, conseguí trabajo y de mi palo, porque siempre fui del mundo del diseño y la publicidad, así que me vino muy bien para instalarme.
Por suerte, ya conocía el país, la cultura, la comida y personas que me ayudaron en ese crecimiento.
No puedo decir que no amé Argentina, porque siempre la llevo en el corazón, pero Paraguay para mí representa mi segundo hogar, es el lugar donde decidí crecer y echar raíces, tanto así que conocí el amor y tuve la felicidad de que mi hijo nazca acá. Hoy él tiene 8 años y es la razón de mi vida, quizás no me alcancen las palabras para contar lo que significa para mí, pero lo único que puedo decir es que es mi orgullo más grande.
DECISIONES
Mi participación en el programa MasterChef fue una decisión rara, porque era una persona demasiado tímida, así que cuando me llamaron para el casting, dudé en ir. Principalmente, quedé para la segunda temporada, al principio esa timidez y las cámaras me jugaban muy en contra, pero día a día se iba superando porque empecé a entender el juego.
Todo iba bastante bien, hasta que por problemas familiares, tuve que abandonar la competencia a mitad de temporada, aproximadamente.
OPORTUNIDADES
Con el tiempo, me dolió mucho haberme ido, porque me había puesto un objetivo, pero como siempre digo, la vida no da una ni dos oportunidades, las oportunidades están siempre y hay que saber cuándo es el momento justo de aprovecharlas, porque todo es cuestión de tiempo.
Tanto fue así que un día recibo la invitación para poder participar nuevamente de la tercera temporada. Como no me había eliminado de la competencia anterior, las puertas siempre quedaron abiertas y automáticamente supe que ese era mi momento.
Desde ese llamado, y no me pregunten por qué, yo supe que iba a ganar y no quiero que suene a sobrador ni nada, pero fue como una ley de atracción inmediata, como cuando sabés que algo va a pasar, es como una intuición que nunca me falla.
Realmente el programa representó mucho para mí, porque me impulsó a darle esa importancia que necesitaba a la gastronomía, si bien siempre fue un hobby que me gustó desde muy chico viendo a mi mamá cocinar, me ayudó también a darme cuenta de que podía hacer algo más con la cocina. Eso me impulsó a estudiar más, a practicar, a seguir leyendo y tener curiosidad por diferentes sabores y culturas.
EXPERIENCIAS
Todo eso a uno lo va formando y aunque el camino sea largo, tengo como meta dedicarme a la gastronomía en un 100% con objetivos muy grandes.
Tuve también la oportunidad de poder cocinar en casi todos los canales de acá y escribir en algunos medios con recetas propias, todo eso es una linda experiencia que también me ayudó en darme a conocer un poco más.
Actualmente, la gastronomía representa mucho para mí, logré encontrar un estilo en donde me siento muy bien y es un camino que se va nutriendo día a día, porque no creo en algo que no tenga un sentido. Un plato en una mesa es mucho más que eso, es una historia que contar.
Todas estas ideas me llevaron a tener demasiados proyectos por suerte. Para el año que viene, lanzo mi emprendimiento llamado Laterre, que es una marca que trata de conectar mucho con la gente y eso engloba cosas basadas principalmente en las experiencias gastronómicas, que van desde una línea de condimentos, cocina exclusiva en vivo y también un libro de recetas que estoy elaborando, en donde algunas anécdotas de mi vida se convierten en recetas propias.
CAMBIOS
Como siempre digo, vivimos en constante renovación y, a pesar de que a veces las cosas no salgan, tenemos que aprender a intentar nuevamente, de errores y caídas uno siempre se va reinventando, y es ahí en donde tenemos que aprender a tomar impulso, porque todo aquello que anhelamos siempre llega y eso es algo que me encantaría dejar como enseñanza, más que nada a mi hijo, que uno puede lograr lo que se proponga.
De errores y caídas uno siempre se va reinventando, y es ahí en donde tenemos que aprender a tomar impulso, porque todo aquello que anhelamos siempre llega.