Aunque no se sabe a ciencia cierta cómo la crítica disidente se convertirá en traición, algunas decisiones dan la pista; por de pronto, en la ANR se concretó una expulsión al dirigente Gerardo Soria porque lo descalificó como líder tras ser declarado significativamente corrupto.
Pero su advertencia no es solamente para los colorados. Donde mejor se mide el autoritarismo de Honor Colorado es en el Congreso. El summum de la intolerancia política fue la expulsión de la senadora Kattya González, quien tiene dos pecados inadmisibles: Ser mujer y ser muy inteligente gracias a su vasta formación académica, a la que ningún senador colorado podía rebatir en los duelos verbales porque en su peculiar estilo los superaba. Especialmente cuando los obligaba a mirarse al espejo de la corrupción o las contradicciones políticas. Entonces, le cortaron la cabeza para cortarle la lengua, expulsándola bajo un argumento absurdo, inconstitucional. Esa misoginia se repite con mujeres críticas. Otra víctima recurrente es la senadora colorada Blanca Ovelar a quien coartan cada vez que pretende fundamentar sus posiciones. La espada de Damocles está sobre la cabeza de Celeste Amarilla, quien se vio obligada a moderar su lenguaje porque corre el riesgo de ser expulsada como ya le advirtieron. En Diputados se repite la discriminación cuando Rocío Vallejo, Johanna Ortega o Alejandra Zena tienen el uso de la palabra.
A pesar de ello, las legisladoras dan pelea en un Congreso dominado por el cartismo y sus satélites cartoliberales y ex payistas, que con violencia, intolerancia, mediocridad y misoginia están convirtiendo al Poder Legislativo en un espacio autoritario, algo que no ha pasado en 35 años de democracia.
Hasta Lea Giménez, a pesar de su lealtad y obediencia, se vio obligada a renunciar a la jefatura de Gabinete porque su disputa con ciertos dirigentes la llevó a un punto intolerable.
La foto del aniversario colorado lo dice todo. Ninguna mujer dirigente estuvo en primera fila.
Ahora, en Diputados amenazan con sancionar al diputado Raúl Benítez (PEN), simplemente porque cuestionó al intendente colorado de San Lorenzo porque desalojará a los bomberos para entregar el predio a una seccional colorada. No es la indignación por las palabras “groseras“ de Benítez lo que molesta a la Cámara, sino sus constantes críticas y denuncias de corrupción.
OTRAS SEÑALES. Tras la irracional campaña mentirosa sobre los peligros de la “transformación educativa” y el convenio con la Unión Europea, que finalmente se salvó, ahora el cartismo apunta sus misiles con las mismas balas de la intolerancia política y medias verdades contra organizaciones de la sociedad civil. Si antes fue la “ideología de género”, ahora es la supuesta falta de transparencia. En su aversión a determinadas personas o grupos, busca destruir uno de los pilares de la democracia, que es la sociedad organizada que se agrupa para elevar demandas.
La persecución a las ONG (organizaciones no gubernamentales) no es otra cosa sino la censura a aquellas que tienen una mirada crítica a un modelo agotado y plantean aportes para mejorar o fortalecer las instituciones. Casualmente, los ataques apuntan a aquellas organizaciones que cuestionan los mayores fracasos del Partido Colorado como la educación, la captura del Estado por parte del crimen organizado y la falta de conciencia cívica. A su paso, este plan arrastrará a todas las organizaciones que trabajan en distintas áreas, desde la ecología, la música, la niñez, y hasta las comisiones vecinales que piden agua potable. El trasfondo de este proyecto no es la transparencia ni la soberanía, sino acallar las voces críticas anulando el músculo cívico social, que sobrevive en medio de la desarticulación de la oposición política.
Mientras el país se sofoca con los incendios del Chaco, fruto de la prepotencia e impunidad de los señores de la tierra, quienes hacen leña de los bosques para sus negocios, el país hace agua por falta de agua.
Para cerrar la semana, el presidente Peña hizo carne la visión económica empresarial que profesa el cartismo, y planteó una reforma laboral que facilitará el despido de los trabajadores. Dándole poderes de varita mágica, sostiene que la simple eliminación de la estabilidad laboral favorecerá la creación de 500.000 puestos de trabajo, su gran promesa electoral.
En medio de estas decisiones que solo benefician a una casta económica y política, mientras mantiene los privilegios de la función pública, quienes osen criticar al poder o defender derechos de las minorías vulnerables corren el alto riesgo de ser perseguidos y acusados no solo por el sistema de Justicia totalmente sometido, sino por un enjambre político violento y mediocre con su comparsa de sicarios mediáticos.
Esto también es posible porque no existen contrapesos políticos ni institucionales, lo cual deja el camino libre para que el autoritarismo crezca sin demasiados frenos. Es tiempo de alertas. Mientras más tarda la sociedad en comprender los peligros, será demasiado tarde.
Y por su falta de instintos, por acostumbrarse, terminará como la rana hervida.
DESAFÍO. El ex presidente Mario Abdo aprovechó el aniversario de la ANR para enviar mensajes a Cartes a quien aclaró que Paraguay no tiene amos y lo descalificó como colorado.
APOYO. El intendente Nenecho Rodríguez se salvó de la intervención gracias al bloque de concejales colorados que evitaron el tratamiento del tema, a pesar de estar procesado.
ITAIPÚ. La ministra de Obras, Claudia Centurión, irá como consejera de Itaipú en reemplazo de Lea Giménez, quien renunció y se fue del país tras una dura pelea con el ala ultracartista.
UN PASO. Las fiscalías de Paraguay y Colombia reactivan la cooperación para investigar la autoría moral del crimen de Marcelo Pecci. El acuerdo consiste en compartir información.