El plan apunta a la gestión eficiente y ambientalmente responsable de la ganadería. Para ello se trabajará con los pequeños ganaderos de Puerto Casado, Fuerte Olimpo, Puerto Guaraní, María Auxiliadora, San Carlos y Toro Pampa.
El compromiso de los ganaderos incluye disminuir la conversión de los bosques a zonas de pasturas, respetar las áreas de alto valor de conservación, limitar la caza y buscar medidas para coexistir con los grandes carnívoros (animales salvajes).
Las acciones también consisten en el aumento de la eficiencia de la producción y el acceso a los mercados. Con este proyecto, la organización –que cuenta con el apoyo del Viceministerio de Ganadería– busca abordar los problemas asociados a la pérdida de bosques y el acceso a las necesidades básicas en el Chaco.
El modelo vincula las prácticas mejoradas de cría con beneficios a la biodiversidad a través del soporte técnico y la responsabilidad compartida que podría escalarse en toda la región, aseguró Laura Villalba, coordinadora de Conservación de WCS. Ella es oriunda del Chaco y lidera los trabajos con los pequeños productores.
IMPACTO GANADERO. La WCS –en el marco del proyecto de conservación y alivio de la pobreza a través de la ganadería sostenible en Paraguay que es financiado por la Iniciativa Darwin– identificó la baja eficiencia productiva como uno de los problemas de la ganadería en el Chaco.
La conversión de bosques, es decir, la deforestación, es la respuesta histórica a la disminución de la productividad del ganado, explicó Villalba, por lo que se propone una combinación de diversas buenas prácticas, como el pastoreo rotativo, mejoramiento de las pasturas y del manejo nutricional y reproductivo del ganado, atención adecuada de la salud animal, sistemas más eficientes de inventario de ganado, reducción del conflicto ganado-carnívoros (este último haciendo referencia a los felinos que se alimentan de ganados), entre otras.
Además, se introducirán prácticas sostenibles sin más cambio de uso de la tierra aumentando la eficiencia en las áreas ya convertidas. El objetivo es reducir la presión sobre los hábitats aún no convertidos, de selvas a pasturas, para mitigar la pérdida de bosques.
Necesidades básicas son insatisfechas
En Alto Paraguay la ganadería emplea al 49,5% de la población y el índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) revela que más del 40% de la población tiene necesidades básicas insatisfechas en vivienda, agua y saneamiento. Esta cifra representa el porcentaje más alto del país, situación que se ve agravada por el relativo aislamiento y la poca asistencia técnica del Estado.