La morosidad es el incumplimiento del pago de sus deudas con diferentes empresas, sean estas financieras, comerciales o de servicios. Hablando solo de bancos, la mora al mes de febrero cerró en 2,17%.
Barreto, quien también es gerente del Banco Familiar, indicó que se espera que en los próximos meses el índice se vaya revirtiendo gradualmente. Por otro lado, refirió que el crédito sigue creciendo a un ritmo similar que el año pasado y estiman que va a continuar en estos niveles. La demanda de crédito está creciendo a un ritmo del 15% en guaraníes y del 20% en dólares.
Además de las variables citadas por el profesional, referentes económicos manifestaron que el sobreendeudamiento está generando la imposibilidad de cumplir con todos sus compromisos a los asalariados. Esto golpea a los trabajadores, porque deteriora su capacidad de pago, pero también su calificación de clientes en las empresas, sin mencionar el impacto para las empresas, cuyos funcionarios no rinden lo que pudieran por estar más preocupados por sus deudas y no menos afectada es la entidad que presta el dinero o que financia, que ve aumentar su morosidad.
En ese sentido, Barreto señaló que todas las entidades financieras tienen un seguimiento muy cercano del comportamiento de pago de sus clientes y ante las primeras señales de dificultades se comunican con los mismos buscando entender su situación. “Si tienen dificultades de empleo o ingresos, en función a ello se buscan los mejores mecanismos que le permitan ordenar sus compromisos para un cumplimiento en tiempo y forma”, añadió.
Mencionó que actualmente la mayoría de los créditos tienen incorporados microseguros de desempleo e incluso de cobertura de riesgos de hospitalización, que le permiten a los clientes poder enfrentar situaciones coyunturales de pérdidas de empleo o de enfermedad y seguir cumpliendo correctamente con sus compromisos financieros a través de la cobertura de su seguro.
Por su parte, la consultora internacional PricewaterhouseCoopers ha señalado que pese a la importante liquidez en el sistema financiero, los créditos no estén creciendo en ritmos importantes, sobre todo en materia de consumo –pero también de inversiones físicas–, y que de hecho, con el 2,9% de caída en las importaciones de bienes de consumo y 14,1% en bienes de capital se comprueba la menor demanda y por ende importación.
Asimismo, según su encuesta a ejecutivos sobre la percepción de la actividad económica, estos respondieron que si bien están vendiendo más que en el cuatrimestre anterior (julio-octubre), los niveles están por debajo de lo proyectado inicialmente. La demanda que se observa en los sectores comercial, construcción e industrial están con niveles de actividad por debajo de lo considerado normal para los empresarios y ejecutivos, puntualiza el documento de PwC.