El obispo de Caacupé también pidió perdón por “cosas que suceden dentro de la Iglesia y que causan vergüenza”. Pidió a los fieles que recen porque existan nuevas vocaciones sacerdotales. “Dios nos llama a los débiles, quebradizos e inútiles. Hay que rezar para que de entre los jóvenes salgan muchas vocaciones”, dijo ante la masa de peregrinos que fue creciendo entrada la noche y pese a la lluvia que vino luego de las 21.00. Hoy se aguarda a la mayor cantidad de fieles ante la Basílica.