Se trata de Mario Urbieta, de la ciudad de San Lorenzo, Departamento Central, quien manifestó a Última Hora, que este año decidió caminar con una cruz sobre sus hombros, como símbolo de las problemáticas sociales que afectan actualmente a los paraguayos.
El peregrinante explicó que por motivos de salud no pudo llegar caminando desde la ciudad de San Lorenzo, pero señaló que lo hizo desde un punto, a fin de pedir a la Virgen de Caacupé y a los representantes de la Iglesia Católica interceder para lograr soluciones definitivas ante los problemas de salud y económicos del país.
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Mientras tanto, indicó que su pedido especial radica en pedir a las autoridades nacionales que cumplan su función y acompañen los pedidos de todos los paraguayos, a quienes calificó de “un pueblo sufrido”.
“Hoy en día nuestro país está sufriendo los peores ataques a través de los desalojos a nuestros hermanos originarios, a nuestros hermanos campesinos. Vine por un pedido muy fuerte, que es para pedir por toda la República del Paraguay, sobre todo por los más marginados”, expresó Urbieta.
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Finalmente, el hombre pidió a las diferentes autoridades de las instituciones públicas buscar soluciones a los problemas que aquejan a los paraguayos, y principalmente trabajar por poner fin a la pandemia del Covid-19.
“Hay medios espirituales que podemos pedirle a nuestra Madre, pero están los medios físicos o materiales que necesitamos como país, como por ejemplo, una buena economía, que hoy en día todo está en alza. La cuestión de sobrevivir ya es un milagro hoy en Paraguay”, sentenció el hombre con los ojos lagrimosos.
El entusiasmo de los fieles se apoderó este año por llegar hasta la Virgen de Caacupé. En el 2020 se prohibió la peregrinación a causa del Covid-19.