Este domingo 26 de abril celebraremos un nuevo Día del Periodista con ese panorama. Se cumplirán 175 años de la primera edición de El Paraguayo Independiente, lo que dio inicio al periodismo en nuestro país.
Don Carlos Antonio López tenía como objetivos que la Argentina reconociera nuestra independencia, la libre navegación de los ríos y resolver la cuestión de límites con los demás países. Solo uno de ellos fue cumplido en 1852, cuando salió el último número de ese periódico.
Sin embargo, nacía así, en forma tardía en América del Sur, el periodismo paraguayo. De carácter oficial y patriota. Recién cuando la Guerra contra la Triple Alianza estaba en sus últimos meses, surgió el periodismo independiente y político.
Hubo una evolución durante la post guerra. Cierta libertad de prensa. Tuvimos incluso el primer mártir de la prensa. Luego, los intelectuales que coparon los periódicos para reivindicar la figura del mariscal López, con la clara intención de levantar la moral del pueblo.
Con la Guerra del Chaco la prensa trabajó para defender a la patria desde sus publicaciones. Cada información que provenía desde las trincheras era esperada con ansias por la población, ávida de conocer noticias del frente de batalla.
Tras esto vino la inestabilidad política, la censura y persecución a la prensa, la Guerra Civil del 47, para acabar después con una de las más largas dictaduras de América.
Y es ahí donde la prensa independiente y patriota luchó contra la dictadura. Hubo heróicos periodistas que estuvieron en los calabozos stronistas, otros exiliados, lejos de su tierra, todo por buscar un mañana mejor para su pueblo.
Con la caída de la dictadura, llegó una primavera de libertad de expresión y de prensa. Comenzaron las investigaciones periodísticas que desnudaron la corrupción enquistada hasta ahora en nuestro país.
Así llegamos a estos días, ya con la prensa en internet, ahora en plena transición, luchando por su subsistencia, y reinventándose para no morir, con sus luces y sombras.
No se puede negar que en estos 175 años de periodismo paraguayo, también hubo malos periodistas, que no resistieron la tentación del dinero. Antipatriotas que apoyaron a aquellos que oprimieron a la patria. No soy quién para juzgarlos.
Y tampoco podemos negar que ahora el principal problema que tenemos ahora en nuestras filas es la falta de preparación de varios periodistas. La intención manifiesta de ser estrellas por sobre los entrevistados, de crear polémica, de tener muchos seguidores en redes sociales.
Esto hizo que la ciudadanía dejara de lado a sus periodistas, porque tenían su credibilidad minada. Ahora, con la pandemia, el periodismo resurgió como el ave Fénix, dando claras muestras de querer mejorar.
Nuestro desafío actual es reinventarnos. Adaptarnos a los nuevos tiempos. Y qué tiempos vendrán. Tendremos un mundo diferente al que conocíamos. Pero dentro de esta reinvención, no debemos olvidar los orígenes mismos del periodismo. Su esencia. Su objetivo principal.
Para ello, acudo a nuestra Ley Suprema. Debemos dar información veraz, responsable y ecuánime. Ahí es donde tenemos problemas. Separar la opinión de la información.
Como todos, tenemos derecho a expresar nuestra opinión. Pero que el público sepa que es eso. Mi punto de vista. No mezclarlo con la noticia, para imponer mi pensamiento o el de la empresa.
Aclaro que cuando digo dar información es presentarla con todo el contexto y análisis para que sea bien entendida, en forma objetiva y con todos los actores. Si hacemos esto, el periodismo no morirá. Seguirá siendo guía para una ciudadanía que tiene derecho a conocer la verdad. Así podremos celebrar nuestro día.