De acuerdo con un periodista uruguayo identificado como Diego Martini Lemos, el presunto capo narco uruguayo Sebastián Marset, buscado en Paraguay en el marco del operativo A Ultranza Py y en otros países de la región por narcotráfico y lavado de dinero, se habría comunicado de vuelta con periodistas, pero esta vez supuestamente para realizar una amenaza.
En una conversación de WhatsApp supuestamente enviada a un periodista de un medio boliviano y dada a conocer este miércoles, se lee: “Hola. Si siguen haciendo artículos periodísticos de mí, habrán consecuencias. Soy Marset (Sic)”.
Sin embargo, en Twitter, varios no tomaron en serio el contenido del mensaje. Criticaron el hecho que la amenaza haya terminado con el “soy Marset”.
En ese sentido, cuestionaron la veracidad de la amenaza.
En agosto pasado, cuando Marset se mantenía en la clandestinidad, rompió el silencio y, mediante videos enviados por WhatsApp al medio uruguayo denominado Canal 4, había brindado algunas declaraciones.
Tras haberse dado a conocer en estos días que el sindicado se encontraba por Bolivia, incluso jugando en un equipo de fútbol de segunda división, autoridades del vecino país montaron un amplio operativo en busca de su captura.
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Hasta el momento, fueron aprehendidas 17 personas, entre las cuales hay funcionarios del Servicio General de Identificación Personal (Segip) y de una oficina de registro civil implicados en la emisión de documentos de identidad “fraguados” entre 2018 y 2019 para el hombre, incluidos un certificado de nacimiento y una cédula bolivianos con los que tramitó un pasaporte con esa nacionalidad.
Los investigados en total son 35 personas involucradas en distintos grados en el caso y se prevé que haya más detenciones en las próximas horas.
Según Del Castillo, en el primer día de búsqueda fueron movilizados 2.850 policías para realizar los operativos correspondientes en distintas regiones bolivianas y “resguardar” las fronteras.
También se realizaron 12 allanamientos en viviendas privadas y se estaban ejecutando otros 8 en Santa Cruz de forma simultánea a la rueda de prensa del ministro. Este miércoles, también se allanó la sede de la Segip en Bolivia.
Del Castillo aseguró estar en contacto con sus pares de Paraguay y Uruguay y que también se cruzó información con Argentina, Brasil y otros países de la región para evitar que el hombre abandone el territorio boliviano “y si es que lo hace, sea aprehendido de manera inmediata”.
Marset, que vivía en Bolivia con su esposa e hijos, es requerido por la Justicia en Uruguay, Brasil y Paraguay, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés), y tiene órdenes de captura de la Europol e Interpol.
El uruguayo está acusado de liderar una red criminal internacional de tráfico de drogas y se le relaciona con el asesinato del fiscal Marcelo Pecci en mayo de 2022, en Colombia.
Durante este miércoles, hubo críticas hacia el Gobierno de Luis Arce y algunas instituciones estatales porque el hombre estuvo viviendo durante varios meses en Bolivia sin que las autoridades detectaran nada extraño.
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Federico González, ministro del Interior paraguayo, sostuvo que desde el país ya se había informado “hace meses” a las autoridades bolivianas que se encontraba en ese país. Castillo manifestó que habían sido informados en junio, mientras que González aseguró que ya fue en febrero pasado.
Del Castillo remarcó que Marset ingresó a Bolivia por primera vez en 2018 y que obtuvo distintos documentos y residencia bajo las nacionalidades uruguaya y boliviana en 2019, cuando Arce todavía no era presidente.
Argumentó que la documentación que obtuvo este año fue tramitada con un nombre brasileño que no tenía alertas internacionales.
Sostuvo que las investigaciones continúan y que “este tema no sólo atañe” a Bolivia, “sino a toda la región y parte del mundo”. Hasta ahora, los operativos en el marco de la búsqueda de Sebastián Marser le provocaron pérdida patrimonial de USD 8,8 millones.