El sector productivo se mantiene con preocupación debido a que aún no se registran lluvias significativas que den un respiro a la producción.
Además de ello, el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) volvió a alertar sobre posibles casos de estrés hídrico en los cultivos, a causa de las altas temperaturas de estos días, que llegarían hasta 40°C en la Región Oriental y hasta 41°C en el Chaco paraguayo.
“Estas condiciones térmicas intensificarán la tasa de evapotranspiración, lo que acelera la pérdida de humedad en el perfil del suelo. Incrementa las posibilidades de que las parcelas ingresen a riesgos de estrés hídrico, particularmente en suelos de textura arenosa, los cuales presentan una baja capacidad de retención de agua y una mayor vulnerabilidad a déficits hídricos durante periodos de alta demanda evaporativa”, señaló.
Si bien apuntó a que se espera una mejora sustancial en algunas áreas productivas por probables lluvias, alertó sobre complicaciones en otros sectores, como el noreste de la Región Oriental y en algunos departamentos de la Región Occidental.
Proyección. Pese a este escenario de incertidumbre, la consultora internacional StoneX aún mantiene las estimaciones de producción de granos para la zafra 2024/25, alcanzando las 10,52 millones de toneladas de soja tanto en zafra como en zafriña. El informe indica que la producción total incluye 9,25 millones de toneladas de la zafra principal y 1,2 millones del ciclo complementario.
Aunque señaló que ya hay pérdidas en zonas críticas afectadas por la falta de lluvias, como San Pedro, Concepción, Amambay y el norte del Alto Paraná, en su mayoría lograron recuperarse gracias a algunas precipitaciones.
Detalló que localidades del sur del Alto Paraná, Itapúa y Caaguazú iniciaron la cosecha con resultados promedio, aunque sin alcanzar récords debido a las lluvias inferiores a la campaña anterior.
“Esperando el avance de la cosecha, aún se siguen estimando 1,2 millones de toneladas para el ciclo complementario, sumando así la producción total 10,52 millones de toneladas con ambos periodos de plantío”, acotó.
Maíz. En cuanto al maíz, se mantiene una proyección de 4,71 millones de toneladas para la zafriña de 2025.
“Con el foco de las atenciones aún en la zafra principal de la soja que definirá el calendario para los próximos ciclos, nuevamente sin ajustes, aún se espera que la producción de maíz paraguayo para la zafriña del 2025 sea de 4,71 millones de toneladas”, indicó al respecto StoneX.
En cuanto a la comercialización, señala que la nueva zafra 24/25 ya está vendida en más del 20%.
Optimismo. El ingeniero agrónomo Eduardo Sierra, asesor agroclimático de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), destacó en un informe que las proyecciones climáticas para el verano y otoño de 2025 no muestran riesgos significativos de olas de calor extremo, como se temía.
En cuanto a las precipitaciones, indicó que enero será favorable con lluvias importantes, con más de 200 milímetros en Boquerón y alrededor de 100 milímetros en Presidente Hayes y la Región Oriental.
Sin embargo, la evaporación y el consumo hídrico mantendrán el balance hídrico justo, aunque manejable, siempre y cuando se haya gestionado el suelo adecuadamente desde la primavera.
Febrero-Marzo. Para febrero, siempre según el ingeniero, las lluvias continuarán siendo buenas, pero las temperaturas promedio serán algo superiores a lo normal. En marzo, el clima permitirá una recuperación de la humedad, gracias a lluvias bien distribuidas y un descenso de temperaturas a niveles moderados de entre 20°C y 25°C.
Aunque algunas zonas como Alto Paraguay y el sur del país podrían experimentar déficits hídricos leves, la situación general será equilibrada, garantizando agua suficiente para cultivos y pasturas.
El Norte del país, una de las áreas más afectadas por las condiciones climáticas, sigue enfrentando los embates de la falta de lluvias, y el panorama se agrava por el intenso calor desde diciembre pasado, según informó el corresponsal de la zona, Justiniano Riveros.
Los vientos del sur predominantes en los últimos días han contribuido a secar aún más el suelo, afectando gravemente a los agricultores de la región.
En las zonas rurales, la falta de agua amenaza cultivos esenciales como el poroto, el feijão y la mandioca, que están al borde de registrar pérdidas importantes.
Esta situación genera gran preocupación entre la población, ya que muchas familias dependen de estos productos principalmente para su autoconsumo.
Las esperanzas están puestas en las lluvias pronosticadas para el domingo. Sin embargo, si estas no se concretan, el panorama agrícola podría volverse catastrófico, comprometiendo no solo la producción de alimentos, sino también el sustento de numerosas comunidades.
Concepción es un departamento inminentemente ganadero y agrícola. La principal fuente de ingresos de la gente del campo sigue siendo la agricultura y horticultura.