En la Cámara de Diputados van acomodando las condiciones para reactivar una miniclínica de exclusividad para el recinto como existía hace años y que tuvo que quedar sin efecto producto de las críticas que generó el privilegio. Sus diputados, en particular los nuevos, manifestaron la necesidad de que una dependencia médica que funcione en el recinto, consideraron que para ello se deben comprar insumos e incluso se habló de una ambulancia.
Olvidan que a principio de año, bajo la presidencia del entonces diputado, Pedro Alliana, adjudicó el servicio de seguro privado por un monto superior a G.14 mil millones.
Aún cuando la Cámara ya cuenta con seguro, surge el debate de reactivar un servicio médico dentro de la dependencia legislativa, lo cual acarrearía un doble gasto.
La diputada de Patria Querida, Rocío Vallejo, recordó que a raíz de los excesos en 2019 se cerró esa miniclínica. Apuntó a que los funcionarios ya tienen seguro, aludiendo al citado más arriba, por lo que consideró que el proveedor debe hacerse cargo del servicio y no nuevamente la Cámara. Agregó que este contrato debería proveer de al menos insumos mínimos y un médico para la Cámara.
En cambio, sus colegas ya adelantaron su intención de reabrir la polémica miniclínica. Sorprendentemente, el debate surge en medio del estudio del presupuesto de gastos para el 2024.
De hecho, la posibilidad de contar con una miniclínica exclusiva en la Cámara para sus cientos de funcionarios pone en el tapete la posibilidad de generar más clientela y gastos.
Durante el estadio de oradores, el diputado altoparanaense, Walter García, expresó su deseo de que se dote de atención médica al lugar. “Preocupa que nuestra casa, la Cámara de Diputados, no cuenta con una dirección de salud como mínimo. No contamos con una silla de ruedas para trasladar a los enfermos. Como mínimo, debemos trasladar a los enfermos. Como mínimo debemos trabajar para crear una dirección”, expresó García ante la plenaria. El debate viene después de que supuestamente un funcionario tuvo que ser llevado con urgencia al hospital.
Ambulancia. Siguiendo con la línea de restablecer el servicio médico en la Cámara, el diputado colorado por Capital, Yamil Esgaib, expresó su consentimiento a que cada piso de Diputados cuente con un desfibrilador y para uso de la Cámara, una ambulancia.
“Una institución tan grande como el Congreso no puede dejar de tener un departamento médico, incluso en cada piso se debe de tener un desfibrilador. No es un gasto, sino una inversión”, dijo.
A todo esto, el titular de Diputados, Raúl Latorre coincidió con sus colegas y dijo que vería la forma de reactivar
Recordó que los excesos que antaño se apuntó al minihospital resultaron en su cierre. “Tenemos que plantear la reapertura corrigiendo esos excesos”, manifestó. Esta situación pone en evidencia una vez más a la clase política, que por una parte reclama privilegios y por otra, descuida las necesidades básicas del pueblo.
G. 2.400 millones costaba en periodos anteriores mantener a la cantidad de funcionarios que estaba en la miniclínica.
Seguro millonario para los miles de funcionarios
La Cámara de Diputados es una de las tantas dependencias del Estado que cuenta con seguro médico para sus empleados. La numerosa clientela en la Cámara Baja ocasiona que el gasto en este rubro sea voluminoso y ascienda para este y el próximo año a G. 14.157.600.000. El contrato se firmó a principios de año y va hasta febrero del año entrante de acuerdo al ID 422597 Servicio de Seguro Médico Sanatorial Integral. El seguro se firmó con Asismed. Ante las críticas se generó un proyecto de ley para incluir a los funcionarios públicos en el seguro del Instituto de Previsión Social (IPS), situación que también generó reacciones entre los asegurados y pensionados. De acuerdo con el seguro contratado, el mismo debería cubrir varios servicios. Aún así, una ambulancia de exclusividad sería un privilegio que ningún centro de salud tiene en el interior. De hecho, en este año varias dependencias públicas de salud en departamentos de San Pedro, Paraguarí han manifestado la necesidad de contar con más ambulancias o reparar las que están en desuso.