Esto, pese a que bien temprano, el propio legislador le había recusado por supuesta parcialidad y falta de independencia.
El congresista colorado había sido liberado el 8 de julio pasado por la jueza Magdalena Narváez, pero esta resolución fue anulada por el Tribunal de Apelación Penal, el 25 de julio de este año.
Sin embargo, por las numerosas inhibiciones de los jueces, incluso un conflicto de competencia que decidió la Corte, no pudo hacerse la audiencia.
Ayer, finalmente se fijó la revisión para las 7.30. El propio legislador, que se presentó con los abogados Óscar Latorre y Derlys Martínez, recusó a la jueza.
Pedrozo entendió que al ser una diligencia que no admite dilación, entonces realizó la audiencia y luego elevará informe sobre su recusación al Tribunal de Apelación.
En la misma, Latorre sostuvo que se ratificaba del pedido de revocar la prisión preventiva. Además, dijo que la Fiscalía no acusó a su defendido ni por narcotráfico, ni enriquecimiento ni tráfico de influencias, sino por lavado de dinero y asociación criminal.
El profesional indicó además que la investigación ya concluyó por lo que mal se podría obstruir la pesquisa. Con ello, solicitó la libertad del encausado.
Por su parte, la Fiscalía se ratificó en su solicitud de confirmar la prisión. Dijo que las declaraciones aportadas no desvirtuaron los elementos en contra del legislador.
RESOLUCIÓN. La magistrada Pedrozo, en un largo fallo de 30 páginas, sostuvo que los elementos nuevos incorporados no alteran la participación de Quintana en los hechos.
También que los delitos investigados son graves, ya que tienen penas de entre 5 y 15 años. Además, que había peligro de fuga, y de obstrucción de la investigación, con otros coprocesados.
Con esto, ratificó la prisión preventiva en contra del encausado, y dispuso que sea derivado de nuevo al penal de Viñas Cué.
Tanto gente del grupo de escrachadores, como afines al diputado Quintana se encontraban ayer en tribunales, aunque luego los primeros se retiraron.
Con ello, la decisión de la jueza fue tomado con gritos y llantos en los pasillos tribunalicios.
El diputado Quintana, en conversación con la prensa, sostuvo que la decisión de la jueza era arbitraria.
Afirmó que en un año de investigación no lo acusaron por narcotráfico ni tráfico de influencias.
“Es una injusticia tremenda la que estoy pasando, soy una persona como todos ustedes, tengo familia, hijos”, remarcó.
El congresista fue llevado luego al Departamento Judicial y de allí al Penal Militar de Viñas Cué, al que volvió tras 4 meses y 21 días.