Así practican en talleres, electrónica, mecánica o informática en el Colegio Técnico Nacional (CTN), el Técnico Vocacional Carlos Antonio López, el Colegio Naciones Unidas (CNNU) o el Nacional de Lambaré.
Aún así, no se avizoran mejoras en el presupuesto de la gratuidad para estos centros educativos el año que viene, según confirmó recientemente el director general de Administración y Finanzas del MEC, Expidio Palacios.
Este 2018 el desembolso de gratuidad –que aún no se repartió en su totalidad– llegó a G. 59.000 millones. Es el doble en relación a lo desembolsado en el 2017.
Solo aumentó luego de una serie de medidas de fuerza como tomas de colegios protagonizadas por estudiantes el periodo pasado. Además, esta duplicación de recursos aún no se completó, de acuerdo al informe oficial del Ministerio.
Expidio Palacios comentó en una rueda de prensa que esta misma cifra es la que se prevé remitir en el anteproyecto de presupuesto para el 2019. En sus palabras, matendrán los G. 59.000 millones.
Situación. La mayoría de las máquinas que funcionan en talleres del Colegio Técnico Nacional son de 1982. El equipamiento más nuevo fue instalado hace 20 años. Apenas 9 de 20 máquinas están en condiciones en un taller de Mecánica Industrial.
Por eso los docentes y alumnos hablan de una educación precarizada. Destacan la urgencia de dotar de equipos modernos a todos los colegios técnicos del país.
“Esta precarización de la educación no se da solo en capital, obviamente es incluso más grave en el interior del país”, destaca Francisco Cálcena, vocero de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes), en el Colegio Técnico Vocacional.
Los docentes denuncian que con lo de gratuidad, pese al incremento, le alcanza G. 1.000.000 a cada modalidad, una cifra que no alcanza para brindar la calidad necesaria.
PARCHES. La cartera educativa anunció hace unos días el inicio de obras de infraestructura, con recursos adquiridos principalmente a través de cooperaciones internacionales. No obstante, los secundarios aseguran que estas obras son más que nada de fachada, como parches, pues solo refaccionan pisos y goteras de salas de clases, algunos laboratorios y bibliotecas.
A modo de comparación, lo mismo que invierte el Municipio asunceno en una escuela, poco más de G. 1.000 millones, es apenas el doble que destinó Educación para el CTN, el Vocacional y otros establecimientos. Exactamente, son G. 2.000 millones los que anunció la cartera estatal para infraestructura de algunos técnicos. “Siempre prometen fondos, pero no llegan a tiempo”, reclama Paula Cairet, presidenta del centro de estudiantes del Técnico Nacional.
Reforma. Jóvenes y sus maestros piden que se tengan en cuenta las urgencias que hay en el sector técnico a la hora de discutir la reforma educativa, donde un congreso educativo abierto, como espacio de debate y propuestas, dependerá del Gobierno entrante.
“La reforma debe hacerse, pero con gente técnica que sea capaz de entender lo que afrontan los colegios técnicos en todo el país”, opina el profesor de Electricidad Víctor Bogarín. El educador lamenta igualmente las críticas del sector privado, a quienes pide más aportes para mejorar.
Es que las necesidades afectan no solo a los institutos técnicos. Producen similar efecto negativo en colegios con algunas especialidades como el Colegio Naciones Unidas y el Colegio Nacional de Lambaré.
Talleres cierran en Naciones Unidas por falta de docentes. No cuentan con laboratorios para diseño en un bachillerato del Lambaré.