“Revivió Pinochet”, consideró Petro a través de un mensaje en su cuenta de Twitter en el que citaba que, con el 48% de los votos escrutados en Chile, se imponía el rechazo a la nueva Constitución.
En un tuit posterior, Petro agregó que “solo si las fuerzas democráticas y sociales se unen, será posible dejar atrás un pasado que mancha a toda América Latina y abrir las alamedas democráticas”, en una referencia a la emblemática frase del expresidente chileno Salvador Allende, derrocado por el golpe de Estado de Pinochet.
El comentario de Petro en Twitter desató una lluvia de críticas por entrometerse en asuntos internos de Chile, según comentarios de opositores y muchos usuarios de redes sociales.
No obstante, el primer mandatario de izquierda de Colombia volvió a evocar a Pinochet, fallecido en 2006 y bajo cuya dictadura se redactó la Constitución que pretendió cambiar la Convención Constitucional, formada por 154 constituyentes elegidos popularmente.
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“Pinochet está vivo en ciertos sectores políticos de América, en todos aquellos que piensan que hay que eliminar físicamente a su rival. El hombre que acabó con un gobierno haciendo morir a su presidente, que mató, torturó y desapareció miles e hizo una Constitución aún vigente”, escribió Petro.
El mandatario, que militó en su juventud en una guerrilla nacionalista que firmó la paz en 1990, es un admirador de Salvador Allende, el presidente socialista que se suicidó en el golpe de Estado que encabezó Pinochet en 1973.
El opositor colombiano Federico Gutiérrez criticó a Petro por su posición frente a la decisión de la mayoría de chilenos.
“Pinochet murió hace varios años. Otros quieren revivirlo como símbolo para llenar de odio a la sociedad y así justificar los supuestos cambios”, reaccionó el excandidato presidencial en Twitter.
“Dictadores como (Nicolás) Maduro y (Daniel) Ortega sí están vivos y haciendo mucho daño”, agregó.
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Los chilenos fueron convocados el domingo último a un plebiscito obligatorio para decidir si aprobaban la nueva Constitución o por el contrario la rechazan y se mantiene la escrita en 1980, bajo la dictadura de Pinochet.
Con el 72,2 % de los sufragios escrutados, Chile rechazó este domingo por un aplastante 62,2 % de los votos la propuesta de nueva Constitución y decidió mantener el texto actual.
Boric, el primer mandatario con quien se reunió Petro después de su posesión el 7 de agosto, se comprometió de inmediato a impulsar un nuevo proceso constituyente.