El ministro de Educación, Eduardo Petta, ganó la primera batalla que iniciaron con la hoy ex viceministra Nancy Ovelar, quien fue destituida ayer por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a pedido del ex director de la Patrulla Caminera.
Ya el pasado lunes a altas horas de la noche, el titular de Educación había anunciado que pediría la destitución de quien se suponía debía ser su mano derecha, en la cartera más compleja y con mayor número de funcionarios del Estado. Son 80.000 entre administrativos, docentes, directores y supervisores.
En un cruce de acusaciones entre ambos, Petta acusó de emprender una conspiración en su contra a la hermana de la ex ministra de Educación y actual senadora colorada, Blanca Ovelar. Además, aseguró que instigó al director de Anticorrupción de la entidad, el abogado José Casañas Levi.
El funcionario está a cargo de una investigación a empresas fiscalizadoras de obras escolares, entre quienes figura como coordinador en una de las firmas el marido de Nancy, el ingeniero José Carlos Gorostiaga, integrante de la empresa Ingser Gorostiaga XYZ.
El profesional es fiscalizador de obras estatales y también cuenta con rubros docentes, por lo que supuestamente estaría con doble remuneración.
Por su parte, la ex viceministra denunció que Petta no solo es incompetente y le falta liderazgo para ocupar el puesto, sino que además presuntamente contrataría parientes o familiares de su esposa, como es el caso del ingeniero Gustavo Bogarín como coordinador ejecutivo de la Unidad Ejecutora de Proyectos (UEPP), una especie de ministerio paralelo que maneja los recursos de los Fondos de Excelencia.
Bogarín sería pariente de la esposa de Petta, quien es además amiga de Carmen Colarte, contratada como auxiliar en la dirección de Alimentación Escolar.
Además, la coordinadora departamental de Caazapá, quien según denuncias sería también pariente del secretario de Estado, sin embargo, desmintió ayer esta información. Igualmente, según comentaron funcionarios a este diario, al igual que Carmen Colarte, la coordinadora educativa de Caazapá, Silvia Chamorro, es ex compañera de la esposa de Petta.
Crisis. El ministro de Educación negó la existencia de una crisis dentro de la cartera a su cargo, alegando que necesita de personas de confianza a su lado. Para ello, nombró en lugar de Ovelar a Robert Cano, y en el viceministerio de Educación Superior que este dejó vacante asumió Celeste Mancuello, antigua funcionaria de la entidad y ex directora general de Planificación.
“Yo no encuentro crisis en el ministerio, la crisis se instala a través de la posición de una persona”, apuntó en referencia a la ex viceministra. Sin embargo, Nancy Ovelar, en compañía de su hermana Blanca, aseguró que el ministro no solo es incompetente, dijo que ni tiene conocimientos para el cargo.
Además, aseveró que debió soportar malos tratos y la ausencia de diálogo y apertura de parte del ex fiscal.
“Se entregó la educación a una persona que ignora por completo el sector y carece de competencias para liderar un proceso de transformación que requiere de altas dosis de conocimiento y sabiduría para encontrar, en el disenso, las oportunidades de cambio”, arremetió. Por otro lado, se quejó del sector privado.
“Exponer con franqueza mis concepciones pedagógicas ante sectores que responden a la patria financiera y que buscan implementar a toda costa paquetes sin mucha discusión ni diálogo informado, me aleja finalmente hoy del Ministerio de Educación”, remarcó. Sería en referencia al consejo público-privado que maneja los proyectos del Fondo de Excelencia para la Educación y la Investigación.
Nancy Ovelar fue denunciada cuando era candidata a ministra, porque ya estaba trabajando como consultora para el Ministerio de Educación.
